pamplona - Se iba atenuando la tarde del 18 de septiembre de 2018 cuando, alarmada por una discusión acalorada en plena calle entre de dos familias, una vecina de Cáseda alertó al 112. Cuando la mujer se disponía a narrar lo que estaba sucediendo, sonaron tres disparos de una escopeta. Uno detrás de otro. Dichos tiros causaron la muerte de Fermín Jiménez Echeverría, de 50 años y vecino de Aibar, y sus hijos José Antonio y Cristian, de 29 y 17 años, respectivamente. Las tres víctimas mortales trataban de proteger a otro familiar, Julio, hijo y hermano de los fallecidos, y cuya tortuosa relación e idas y venidas con su pareja Amparo originaron el sangriento episodio. La disputa surgió a raíz de que la familia de Amparo, su padre Juan Carlos, de 53 años, y sus hermanos Juan Carlos y Emilio, de 22 y 18 años, había regresado de Muniáin de la Solana, de donde proceden, a Cáseda para tratar de que su hija y hermana no retomara la convivencia allí. Fue en medio de esta complicada situación cuando se produjo la disputa entre las familias. Todo apunta a que el padre de ella, Juan Carlos Jiménez Jiménez, de 53 años, sacó una escopeta de caza de su coche y tiroteó a escasa distancia a Fermín, José Antonio y Cristian. Los tres agresores salieron huyendo por carretera NA-132 hasta que la Policía Foral les interceptó a la altura de San Martín de Unx. En ese momento, el padre, en una confesión espontánea, exoneró de responsabilidad a sus hijos. La investigación que realiza el juzgado de Aoiz decretó la prisión provisional para Juan Carlos padre. Sus hijos fueron encarcelados días después. - J.L.