estocolmo - Nacida en Estocolmo en 2003, la activista sueca de 16 años Greta Thunberg se ha convertido en la cara del movimiento de los jóvenes por el clima, y su acción ha inspirado un movimiento juvenil de defensa del planeta a nivel mundial. “Estamos faltando al colegio porque hemos hecho nuestros deberes”, dijo recientemente en un acto público en Bruselas para justificar su huelga de cada viernes.

La idea que Thunberg tomó para realizar este parón estuvo inspirada por los alumnos del instituto de Parkland, en Florida, donde murieron 17 personas en febrero de 2018 debido a un tiroteo.

Hija del actor Svante Thunberg y de la cantante de ópera Malena Ernman, la joven admite en su perfil de Twitter que padece el síndrome de Asperger. Según contó Ernman en un libro hace unos meses, cuando Greta tenía once años, y empezó a interesarse por el cambio climático, sufrió una depresión que arrastró a toda la familia a una crisis, de la que salieron con un cambio en su estilo de vida que incluyó dejar de tomar aviones y convertirse en veganos.

La adolescente comenzó su lucha, que no solo llegó a las puertas del Parlamento de su país, sino que se ha convertido en un movimiento contra el cambio climático presente en más de 100 países. Inspirada por Rosa Parks, rechaza convertirse en un icono, a pesar de que ya es uno de los rostros visibles del ecologismo.

“Si no hubiese tenido Asperger habría explorado otras vías. No interactúo bien en grupos, y trabajo más cuando lo hago sola que otros activistas que quieren fundar organizaciones y escribir normas y tratados. Por eso Fridays For Future no es una organización a nivel internacional, es un hashtag y un movimiento que pone el foco en la investigación. Hablamos de los mismos objetivos, pero desde diferentes organizaciones en diferentes países”, sostiene.

Desde agosto, todos los viernes se instala delante del Parlamento sueco con una pancarta escrita a mano: Huelga estudiantil por el clima. “Creía que esto iba a durar tres semanas, nadie confiaba en que pudiese hacerlo, pero lo hice. Y después de eso no quedé satisfecha, así que empecé #FridaysForFuture, un movimiento que he visto crecer lentamente día a día”, afirma. “He recibido mucho apoyo de todo el movimiento ecologista y de todo el mundo que defiende el clima. No habría sido posible sin ellos”, admite.

pionera Con su acción, la activista ha inspirado a miles de jóvenes, que están presionando a sus políticos para que tomen medidas destinadas a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados tomando como referencia los niveles preindustriales, el reto marcado en el acuerdo climático de París en 2015. Asimismo, ha sido propuesta por un grupo de diputados socialistas noruegos como candidata al Nobel de la Paz de este año por entender que la amenaza climática es una de las principales causas de guerra y conflicto. - E.P.