PAMPLONA - Andoni (nombre ficticio), pamplonés de 66 años y exalumno del colegio Maristas de Pamplona entre 1959 y 1966, formuló ayer en las dependencias de la Guardia Civil de la capital navarra una denuncia por los abusos sexuales y maltrato físico que sufrió cuando fue estudiante del colegio y cuya vivencia y recuerdo han motivado que se encuentre hoy en tratamiento psicológico. La denuncia interpuesta por Andoni, que estuvo acompañado por el presidente de la Asociación de Víctimas de abusos en centros religiosos (denunciaabusosiglesia@gmail.com) hace referencia a las conductas sexuales de tipo pedófilo que sufrió en primera persona de tres hermanos profesores del colegio. Destacó por su reiteración las acciones cometidas contra él por el hermano Braulio, que tal y como publicó ayer este periódico fue expulsado en 1968 de la institución después de que hasta 4 víctimas y 12 testigos le denunciaran por entonces ante el director José Félix Arnáiz. Además, Andoni señala también a otros dos docentes, Pedro, apodado El Tapón, y a otro de apellido Amigot, que se excedieron y abusaron de él en varios episodios.

El exalumno ha decidido también denunciar el encubrimiento que, a su juicio, ha tenido la congregación de los Maristas a lo largo de estos años y vinculado al hecho de que no se hubiera facilitado antes dicha información sobre Braulio y a que no se comunicaran los motivos de su salida de Maristas, puesto que después continuó siendo docente seglar. Entiende Andoni que el colegio era conocedor desde el principio del actuar depravado de Braulio, del que ahora han aparecido archivos que acreditan dichos abusos y que incluso se envió a Roma una carta en la que se hablaba de dicha conducta, y que sin embargo no intervino para evitar que sucediera y para activar el conocimiento público y notorio de los hechos. Andoni se encuentra además muy dolido al conocer que el por entonces llamado hermano Braulio vive a día de hoy en su tierra natal y que siguió vinculado a la docencia de niños hasta 2005 tras su paso por Maristas, donde estuvo entre 1963 y 1968. Esta es la primera denuncia interpuesta en un cuerpo policial por abusos efectuada por exalumnos de Maristas.

Si bien con anterioridad ya se habían recogido denuncias de exalumnos de otros colegios como El Puy de Estella, los Padres Reparadores de Puente la Reina, Jesuitas y Salesianos de Pamplona, es la primera vez que consta que el denunciado sigue con vida. Por tanto, el juzgado que reciba la causa podrá archivarla en caso de que así lo entienda por la prescripción de los hechos al haberse superado el número de años para investigarlos y denunciarlos, pero no podrá hacer como hasta ahora había actuado el juzgado de Estella y también el de Instrucción 4 de Pamplona, que recibió la causa de Jesuitas, que cerraron los procedimientos abiertos habida cuenta de la muerte del inculpado.