pamplona - La Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), con motivo del Día Mundial contra la Trata de personas que se celebra hoy, ha puesto en marcha la campaña Dale la espalda a la trata para concienciar a la sociedad que es el modo de “esclavitud del siglo XXI” y para señalar a “los cómplices y culpables” de esta actividad delictiva, en referencia a las mafias, los proxenetas y los clientes de estos lugares.

La inciativa de esta asociación, que lucha diariamente contra la trata y rescata mujeres y niñas explotadas sexualmente, llama a los usuarios de redes sociales a colgar una foto con el texto: “Yo doy la espalda a la trata”. La directora de APRAMP, Rocío Mora, asegura que quieren “señalar a los responsables y abrazar a estas mujeres que tienen que tener alternativas y poder recuperar su libertad y dignidad”. “Es hora de poner el foco en las mafias y en los puteros que vulneran los derechos de las mujeres y las esclavizan en las calles, en los polígonos industriales y sobre todo en pisos particulares, y dejar de cuestionar a las mujeres”, sentencia.

La trata de mujeres con fines de explotación sexual es una de las formas de violencia contra la mujer recogidas en el Convenio de Estambul. Esta asociación atendió durante el año 2018 a 1.303 mujeres, a las que ayudó a recuperar sus derechos y a que logren la autonomía necesaria para poder comenzar una nueva vida fuera del control de las mafias. “Ser mujer en cualquier país en el que exista un conflicto es un factor de riesgo, eso hace que la mujer sea una moneda de cambio”, sostiene Mora.

En 2018 las víctimas procedían de 72 países diferentes, frente a las 52 nacionalidades detectadas en 2017, mayoritariamente rumana, nigeriana, paraguaya y brasileña. Sin embargo, según explicó a Europa Press, en este último año se han detectado un aumento de víctimas procedentes de Honduras, Venezuela y Colombia.

Las mafias buscan cada vez “mujeres más vulnerables” para “convertirlas en una materia prima”, por lo que las menores están siempre en el punto de mira. El 61% decía haber empezado a ser “esclava” en España siendo menor de edad, es decir, seis de cada 10. La asociación hace hincapié en que no actuar contra la trata convierte a la sociedad en “cómplice con la esclavitud” del siglo XXI. Asimismo, explica que España es el primer país de la Unión Europeo en demanda de servicios sexuales, y el tercero en el ámbito internacional. “Es hora de poner el foco en las mafias y en los puteros que vulneran los derechos de las mujeres y las esclavizan en las calles, en los polígonos industriales y sobre todo en pisos particulares, y dejar de cuestionar a las mujeres”, sentencia.

CATS, en busca de regularla Por su parte, el Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS), que defiende que reconocer la prostitución como un trabajo “es la única manera de acceder a derechos laborales”, justificó ayer una subvención de 7.586,11€ otorgada por la Generalitat para acercar la realidad de la prostitución “de la mano de quienes realmente la conocen y a quienes nadie pregunta, las trabajadoras del sexo”.

La organización ha recibido la subvención para realizar una investigación de la Discriminación, estigma y discurso de odio en prostitución criticada por la plataforma Front Abolicionista que ha pedido su retirada al considerar que la organización “intenta normalizar la prostitución”, algo que ven “incompatible con los derechos sexuales y la salud integral de las mujeres”. El colectivo defiende que reconocer la prostitución como un trabajo “es la única manera para luchar contra la explotación”. - D.N./E.P.

plataforma navarra pide medidas

Apoyo para salir de la prostitución. La Plataforma Navarra de Mujeres por la Abolición de la Prostitución reclamó ayer en un comunicado a las administraciones medidas específicas para erradicar esta práctica en la Comunidad foral. En concreto, quiere prevenir la demanda de prostitución, para prestar apoyo que permita la salida de la prostitución de las mujeres y las niñas y para establecer mecanismos de detección en todos los operadores sociales que permitan desenmascarar las redes de trata. En todos los casos y circunstancias, aseguran, “la trata supone una situación de abuso de otra persona y una vulneración de los derechos humanos”.