Pamplona - La tercera subida consecutiva anual de emisiones de gases de efecto invernadero en Navarra (un 3,8% en 2017) está poniendo en riesgo el cumplimiento los objetivos de la Hoja de Ruta contra el cambio climático y evidenciando la necesidad de retomar la aprobación de la ley que se quedó en fase de tramitación en la legislatura anterior. Esto se deduce de la memoria KLINA 2018 de seguimiento de la Hoja de Ruta del Cambio Climático en Navarra 2017-2030-2050, que ha elaborado el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, y que está disponible en el portal foral de transparencia, lo mismo que el anteproyecto de ley para combatir el cambio climático y favorecer la transición energética que se ha enriquecido con la aceptación de más de 250 aportaciones de la sociedad civil.

Combatir el incremento de las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) debe ser el objetivo fundamental para frenar el calentamiento global en Navarra, que se acerca ya al medio grado en comparación con el periodo climático anterior. Las emisiones de gases de efecto invernadero se han incrementado por tercer año en la Comunidad foral. Según recoge el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero han sufrido un incremento por tercer año consecutivo, rompiendo la tendencia descendente, lo que significa “un riesgo para el cumplimiento del objetivo de reducción de emisiones previsto para 2020”. Las proyecciones de KLINA asignaban a 2017 un reducción de emisiones del -18,6% respecto a 2005, y la reducción real conseguida ha sido de -15,9%, 2,7 puntos por debajo de la senda prevista.

Las emisiones totales de 2017 en Navarra ascendieron a 5,7 millones T CO2 equivalentes. Llegaron a ser 7,1 millones en 2005. La mayor parte de ellas, el 36%, proceden de los denominados sectores regulados (comercio europeo de emisiones) y en el que es clave la actividad de las centrales térmicas de Castejón. Es en este sector, junto con el de residencial y servicios, donde el informe señala que debe realizarse el mayor esfuerzo en la adopción de las medidas de mitigación que propone KLINA, sin olvidar el resto de sectores, a excepción del sector primario, donde los objetivos previstos están siendo conseguidos y superados. Aunque la tendencia al aumento de emisiones es común a todas las regiones que presentan recuperación económica, el informe subraya la necesidad de mantener y aumentar los recursos, y de mejorar los resultados obtenidos para cumplir los compromisos adquiridos para Navarra en objetivos de mitigación y adaptación frente al cambio climático.

El Post-it

El acuerdo programático lo respalda. El acuerdo de PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E para esta legislatura profundiza el camino del gobierno anterior y prevé “aprobar en el primer año de legislatura la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, herramienta indispensable para hacer frente a los retos de futuro y de apoyo al planteamiento del Horizonte Verde, en consonancia con el Marco Estratégico de Energía y Clima de ámbito estatal, cuyas piezas clave son el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, y la Estrategia de Transición Justa”, señala.

Sectores: la industria, el que más GEI emite. En el análisis de los datos de 2017, el inventario señala al sector industrial como el que más contribuye actualmente a las emisiones en Navarra, con un 28,14%, seguido del transporte (20,26%) y del sector primario (18,32%). A continuación se sitúa el mencionado sector de generación de energía, que representa el 17,2 % de las emisiones, y al que se atribuye la principal causa del aumento observado desde 2014. En este sector, que ha emitido en 2017 986.730 Tn. de C02 equivalentes, se incluyen las emisiones de los procesos de generación de electricidad en las centrales de ciclo combinado y en las instalaciones de gestión de residuos, entre otras.

8,72 toneladas por persona. En lo que respecta a las emisiones per cápita en 2017 son de 8,72 toneladas (fueron 8,3 en 2016) y marcando una tendencia al alza desde 2014. Los niveles de 1990 situaban a Navarra en 7,8 toneladas por persona. Según datos de la Comisión Europea (EDGAR), en el conjunto del Estado este dato se sitúa en 6,09 toneladas per cápita. En Francia son 5,20 y en Reino Unido 5,73. Navarra se situaría al nivel de Polonia (8,36), Finlandia (8,48) y Noruega (8,85) y por debajo de Bélgica (9,12) y Alemania (9,70).