PAMPLONA- El neurólogo David Ezpeleta considera el. sedentarismo como “uno de los principales factores de riesgo tanto para las enfermedades neurodegenerativas como para las enfermedades cerebrovasculares”, y añadió que otro de sus aspectos determinantes es que “merma significativamente la cantidad y la calidad del sueño, afectando a nuestro rendimiento físico e intelectual”. Además, advierte de las alarmantes cifras de población sedentaria que ofrece España, con un porcentaje que supera el 40%.

Según afirma Ezpeleta, la actividad física, “es beneficiosa tanto para la vascularización cerebral, como para fomentar las sinapsis neuronales”. Distintos estudios han demostrado que realizar ejercicio físico otorga beneficios para su función protectora frente a enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares, hasta el punto de suponer un retraso de 10 o más años en la aparición de las primeras manifestaciones clínicas: “múltiples líneas de investigación han demostrado que la actividad física, especialmente el ejercicio aeróbico, es un potente estímulo de la neurogénesis”, explica. A su vez añade que “la actividad física podría estimular la formación de neuronas en el hipocampo, la región del cerebro que participa, entre otras, en la memoria y el aprendizaje”.

Es preciso destacar que “la actividad física mejoraría diversas funciones ejecutivas cerebrales como la motivación y el impulso a hacer ejercicio”. Además, subraya que “el mismo ejercicio ayudaría a vencer la pereza promoviéndose a sí mismo, cerrándose de este modo un círculo virtuoso de enorme importancia para la salud”, asegura.

Sobre las pautas de ejercicio y los tiempos recomendados, el doctor recuerda la importancia de incluir en la rutina la actividad física. “Deberíamos dedicar al menos 150 minutos semanales a hacer actividad física, como caminar a buen ritmo, e incentivar a los niños y adolescentes a realizar ejercicio físico al menos 60 minutos diarios”. Por otro lado puntualiza que “la actividad física es garantía de un cerebro sano y es incuestionable su factor protector de enfermedades neurológicas asociadas a la edad, como los ictus, el alzhéimer y otras demencias”. - D.N.