elizondo - Las intensas lluvias caídas en los últimos días y sobre todo las fuertes rachas de viento causaron ayer numerosas incidencias en Baztan. De madrugada, los teléfonos móviles de muchos baztaneses empezaron a bailar. El río Baztan venía crecido y pronto se extendió la preocupación de que el agua se desbordara. La inundación del 4 de julio de 2014 estaba en la mente de muchos. Precisamente tras la riada del 2014 el Ayuntamiento de Baztan instauró Lamia, un gestor de emergencias y alertas por inundaciones del río Baztan. Lamia busca prevenir y minimizar los daños causados por las inundaciones del río Baztan intentando anticiparse y avisar de los riesgos de inundación. El software recaba datos en tiempo real de las estaciones de aforo de Erratzu y Oharriz en el río Baztan junto a los registros pluviométricos de Iñarbegi y Gorramendi. Con la información en tiempo real la aplicación automatiza la activación de los distintos niveles de emergencia contenidos en el Plan municipal de Baztan en el caso de inundaciones. El alcalde de Baztan, Joseba Otondo, comentó que la pasada noche estuvieron atentos a los niveles, pero que no llegó a activarse la alerta. Durante el día de ayer fueron muchos los que pasaron por el puente de Txokoto, Muniartea, y aunque la fuerza del río era espectacular y el nivel subió mucho, el río no se salió de su cauce.

Aunque el río generó cierta preocupación, fue el viento quien provocó ayer los daños. El fuerte viento sopló durante la madrugada y a lo largo de la mañana, en la estación de Gorramendi se midieron 208 kilómetros por hora. Aquí y allá numerosos árboles fueron derribados por el viento, por ejemplo en Otsondo, una docena de árboles cayeron a la carretera y obstaculizaron el tráfico. En la carretera NA-2540 entre Zigaurre e Irurita también cayó un árbol, y en Elizondo, en la zona de Itzalargikoborda varios árboles cayeron a la carretera y tuvieron que ser retirados por personal del Ayuntamiento. También en Elizondo, el viento derribó un gran árbol en el parque de Baztan Ikastola, antes del comienzo de las clases. Por otro lado, en el barrio de Berro, un enorme pedrusco cayó a la carretera tras golpear la pared de una granja de cerdos y hacer un gran boquete. El efecto del viento también se notó en Erratzu, donde se llevó un par de planchas de hierro del frontón. Avería en el transformador de Giltxaurdi

El fuerte viento también afectó al servicio eléctrico. En Elizondo, el transformador de Giltxaurdi sufrió una avería y 2.000 puntos se quedaron sin electricidad durante un par de horas. A lo largo de la mañana, la ida y venida de la luz fue intermitente en varias localidades. El servicio de varias operadoras de telefonía también estuvo interrumpido, hasta el mediodía.

Por otro lado, el polideportivo Giltxaurdi fue cerrado, por la mañana quedó sin luz y por consejo de los servicios de emergencia las instalaciones tuvieron que ser clausuradas. Lo mismo ocurrió con la escuela de Amaiur, que al quedarse sin luz, teléfono ni calefacción, optaron en cancelar las clases.