pamplona - Exponer, debatir y compartir la situación de las personas con problemas de salud mental y plantear los avances técnicos, científicos y sociales en relación a la dignidad de esta población. Este fue el lei motiv del Congreso Siglo XXI: La salud mental es un Derecho. Hacia una salud mental con Derechos celebrado ayer en el centro asociado de la UNED de Tudela y en la que participaron 135 personas. Profesionales y usuarios recordaron que las personas con problemas de salud mental constituyen una de las poblaciones más susceptibles de sufrir situaciones de exclusión, discriminación, explotación y desigualdad, y abogaron por seguir luchando y defendiendo sus derechos en muchas ocasiones vulnerados.

El congreso, organizado por Avanvida y la Fundación Mejorando Cada Día, junto con UNED Tudela y OME-AEN, contó con 135 inscritos procedentes casi todas las provincias, entre otras Madrid, Valencia, Barcelona, Gipuzkoa, Granada o Sevilla. Del total de inscritos, 106 siguieron las ponencias de forma presencial mientras que el resto lo hicieron a través de internet. En la inauguración del congreso participaron la consejera de Derechos Sociales del Gobierno foral, Mª Carmen Maeztu Villafranca, el director de UNED Tudela, Luis J. Fernández Rodríguez, y Julio López Mazuelas, gerente de Avanvida.

El centro tudelano de la UNED se convirtió en un punto de encuentro en el que profesionales de salud mental y personas usuarias pudieron analizar, exponer y plantear los avances científicos, técnicos y sociales en relación a la dignidad.

Durante la inauguración, Luis J. Fernández Rodríguez, director de la UNED de Tudela y doctor en Psiquiatría, se mostró "especialmente contento con este congreso, en primer lugar por el contenido y en segundo porque las personas con problemas de salud mental constituyen una de las poblaciones más susceptibles de sufrir situaciones de exclusión, discriminación, explotación y desigualdad". Por ello, Fernández animó a los y las asistentes a "continuar trabajando y luchando por erradicar esos obstáculos, por los derechos de todas las personas usuarias".

Por su parte, la consejera Maeztu se refirió a dos cuestiones que preocupan al Gobierno foral. La primera, tiene que ver con el desarrollo de una asistencia respetuosa en los servicios que gestionan desde el departamento de Derechos Sociales. "Recibimos quejas de personas usuarias y de sus familias sobre aspectos que consideramos que tiene razón. Por ello queremos establecer unos estándares de cuidados centrados en las personas y en sus necesidades de calidad y sobre todo orientados a la comunidad. De hecho estamos revisando el decreto foral de uso de sujeciones físicas y farmacológicas en nuestros servicios residenciales", avanzó.

La segunda se refiere "al incremento de incapacidades civiles, de tutelas, de curatelas, y también del aumento de la discapacidad asociada a la enfermedad mental y de las incapacidades laborales que vienen evolucionando de forma creciente en los últimos años". Por ello, Maeztu abogó por "profundizar y seguir apostando por modelos centrados en la persona y en sus necesidades". - Diario de Noticias

Compartir vivencias y buenas prácticas. El congreso celebró dos mesas redondas. En la primera Reflexiones y experiencias: cordura y locura. Derechos y vulneraciones se compartieron las vivencias y reflexiones personales y/o profesionales de las personas usuarias, y los y las trabajadoras de Salud Mental. En la segunda Hacia una salud mental con derechos: modos de intervención se expusieron buenas prácticas y nuevas formas de intervención en Salud Mental, en sintonía con un planteamiento inclusivo, desde el respeto, la competencia y la dignidad de las personas. Además hubo dos ponencias y dos comunicaciones orales.