na de las razones que ha llevado a la Academia Española de Nutrición y Dietética y al Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas a elaborar este documento de Recomendaciones de alimentación y nutrición para la población española ante la crisis sanitaria del COVID-19, elaborado por 14 expertos, es porque habían detectado que "había una cantidad de bulos en redes sociales sobre posibles alimentos o nutrientes que podrían prevenir el contagio o, incluso, tratar la enfermedad", expuso Giuseppe Russolillo Femenías, presidente de la citada academia de ámbito estatal, así como del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra.

Así, en primer lugar, "el documento concluye que no existen pruebas de que los lácteos fermentados o los complementos de prebióticos, probióticos o sinbióticos puedan ayudar, prevenir o disminuir el riesgo de infecciones en general, no solo del COVID-19, sino de cualquier tipo de infección", apuntó el experto, quien señaló que "otro bulo que corre es que tomando vitamina A, vitamina D, selenio o cobre, vitaminas y minerales que se sabe que están involucrados en el normal funcionamiento del sistema inmunológico, podamos incrementar nuestras defensas y así evitar un contagio o, en el caso de estar contagiados, superar mejor la enfermedad; en absoluto".

En este sentido, el doctor Russolillo consideró que "es improbable y lo hemos verificado con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que es cierto que hay algunos nutrientes que forman parte del mecanismo del sistema inmunológico. Es cierto que funcionan y que tienen que estar ahí, pero el organismo cuando los toma en las dosis mínimas, con esa cantidad es más que suficiente. Entonces, el hecho de que tome una dosis extra de un mineral o de una vitamina que pueda contribuir al normal funcionamiento de sus defensas no significa que esas se vayan a incrementar, ni mucho menos que el hecho de que se incremente te permita evitar un contagio o te permita superar mejor cualquier infección general, también el COVID-19". De la misma forma, concluyó que "no existen pruebas para recomendar el consumo de ninguna hierba o infusión para prevenir un posible contagio o tratar esta enfermedad".

Ante esta pregunta, el doctor Russolillo afirmó que "también es un bulo. Hay un documento de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria que está continuamente monitorizando esta cuestión, se está siguiendo muy de cerca y por el momento no hay pruebas de que los alimentos puedan ser una fuente o vía de transmisión del virus", pues así lo sugieren los análisis actuales y también la experiencia con el SARS y el MERS.

No obstante, según prosiguió, la Organización Mundial de la Salud recomienda que "se incluyan unas buenas prácticas de higiene durante la manipulación y preparación de los alimentos, como es lavarse las manos, cocinar suficientemente la carne y el pescado, y evitar la posible contaminación cruzada cuando manipulamos alimentos en la cocina. Estas medidas se tienen que tomar por precaución, más en estos momentos, pero a fecha de hoy -por el miércoles- la Agencia Europea de Salud Alimentaria no ha dicho que los alimentos sean una vía de transmisión". Sin embargo, apuntó que "sí que hay un trabajo de Doremalen y colaboradores, que está a punto de publicarse, en el que se pone de manifiesto que el virus puede sobrevivir en superficies y objetos, principalmente superficies plásticas". Tras apuntar que "estos datos todavía se tienen que interpretar con cautela", Russolillo recomendó que aquellas "superficies plásticas que podamos traer del supermercado que hayan sido manipuladas, como medida de higiene y de prevención, no estaría de más hacer un lavado al llegar a casa y una pequeña desinfección con un trapo con agua y jabón o con un desinfectante, pero hablamos de superficies de plástico y objetos, no de alimentos".