na mezcla de nervios, ganas, expectación e incertidumbre recorre todos los años el cuerpo de las muchas navarras y navarros que se van de Erasmus. Pero, esta vez predomina la incertidumbre más que nunca. ¿Me podré ir? ¿Me dejarán entrar en el país? ¿Tendré que hacer cuarentena? ¿Me harán volver? ¿Tendré clases presenciales? Estas son algunas de las preguntas que más se repiten entre los futuros viajeros.

La mayoría de los estudiantes destacan las ayudas facilitadas por las webs oficiales de los gobiernos, puesto que todas las universidades les redirigen allí para obtener información y mantenerse actualizados con las noticias y restricciones a causa de la covid-19. Las redes sociales también han estado más activas que nunca y los jóvenes han podido comunicar sus inquietudes y compartir todas las actualizaciones a través de ellas.

Dada la situación actual de casos positivos y como se está desarrollando el coronavirus en los últimos meses, son varios los destinos que exigen que los estudiantes españoles realicen una cuarentena a su llegada ya que España se encuentra "en la lista negra del Erasmus". Este es el caso de Ángela Huarte y de Beatriz Martínez.

Ángela Huarte estudia ADE Internacional en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y realizará su tercer curso en Suiza y al cursar un grado internacional su movilidad es de nueve meses. A pesar de que empieza el curso el día 3 de septiembre, tendrá que pasarse los últimos días de su verano de cuarentena, puesto que según las autoridades suizas, "España está en la lista de países catalogados de alto riesgo y por ello nos obligan a hacer allí diez días de aislamiento", así que Huarte ya tiene las maletas casi hechas para irse el 23 de agosto. Su universidad de destino ha optado por las clases presenciales, pero lo que más miedo le da a la navarra es que "en un futuro, en noviembre por ejemplo, digan que va todo fatal y que se cierra la universidad y todo se haga on line".

El papel de las autoridades también lo destaca Beatriz Martínez, estudiante de cuarto curso de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra (UN), dado que su universidad de destino St Mary's University, en Twickenham, Londres, en cada correo que le envía le adjunta el link del gobierno. Martínez es solo una más de las que tendrá que empezar unos días antes su movilidad por el aislamiento obligatorio y viajará a Londres el 14 de septiembre para estar 14 días de cuarentena antes de empezar el curso. Asegura que "la incertidumbre de cómo va a evolucionar la pandemia respecto a lo relacionado al curso existía desde un principio, y sigue existiendo ahora" y añade que " ni siquiera la universidad puede saber cómo va desarrollarse todo". A pesar de la inquietud de que le hagan volver, la joven está tranquila porque la universidad "ha impuesto medidas, control del flujo de la gente y más distancia de seguridad además de gel y mascarilla".

Para el estudiante de Historia y Periodismo en la UN, Andoni Amadoz, la cuarentena no supone nada más que otro paso a seguir porque todavía en Aarhus, Dinamarca a donde viajará a finales de enero, no hay ninguna restricción de entrada. A Amadoz no le preocupa demasiado la pandemia y los efectos que pueda tener en su futura movilidad, asegura que está más nervioso "por encontrar un trabajo para ganar algo de dinero" y por "encontrar allí alojamiento". "No estoy nervioso ni por el propio erasmus ni por el coronavirus, estoy relajado porque yo cumplo con mis medidas y lo que tenga que venir vendrá" se reafirma el joven.

Asimismo Iranzu Garde, estudiante de la UPNA, también estudiará en el extranjero el segundo cuatrimestre y ya ha empezado con los trámites necesarios para cursar el tercer curso de magisterio infantil en Valparaíso, Chile. Se siente afortunada de que a ella no le hayan cancelado la movilidad y añade que ha salido ganando con la situación derivada por la pandemia "gracias al coronavirus voy a viajar con otra chica de mi universidad, porque a ella se lo han aplazado al segundo cuatrimestre". Garde destaca que ha tenido que rellenar un seguro médico especial por la covid-19 y cree que la mayoría de sus clases serán presenciales porque "si no, no tendría ningún sentido que siguieran adelante con la movilidad".