udas, preocupación e incertidumbre. Así arrancó el nuevo curso escolar en Navarra después de seis largos meses sin clases presenciales y con un sinfín de protocolos y medidas preventivas sobre la mesa para combatir al nuevo alumno de nombre covid. Un curso atípico que, contra todo pronóstico, ha comenzado mejor de lo esperado. Lo dicen los siete docentes que participan en este reportaje, profesores y maestras de centros educativos de distintos modelos, niveles y redes. Su balance es positivo. Valoran la capacidad del alumnado para adaptarse a la situación y cumplir las normas, y destacan el esfuerzo del profesorado y de los centros para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se resienta lo menos posible. Fruto de su responsabilidad, de docentes y estudiantes, es el reducido número de contagios que se producen en el interior de las escuelas e institutos.

Pero no todos son luces. Las repercusiones negativas que tiene la pandemia en el ámbito escolar son evidentes. El uso de la mascarilla obliga al profesorado a forzar la voz, limita la comunicación no verbal y la pronunciación y dificulta el vínculo positivo con el docente. Las necesarias distancias, difíciles de cumplir en ocasiones, provocan problemas de socialización, influyen en la forma de relacionarse y han afectado de forma negativa en los procesos de acogida del alumnado más pequeño.

Pese a todo, también pese a la falta de recursos técnicos y humanos, estos docentes confían en que la pandemia no impacte en el rendimiento académico y desean que la enseñanza presencial se mantenga todo el curso porque, aunque los centros están preparados para la docencia online, el confinamiento, dicen, ha demostrado los enormes beneficios académicos y sociales que tiene asistir a clase.

Inicio de curso

Mejor de lo esperado y alumnado responsable

Estos profesores y profesoras reconocen que el balance de estas primeras semanas de curso está siendo mejor de lo que imaginaban en agosto. "La valoración es positiva. Empezamos con muchas dudas pero de momento estamos trabajando mejor de lo previsto", afirma Patxi Ozkoidi Iribarren, director del IES Zizur y profesor de Historia del Mundo Contemporáneo en 1º de Bachillerato. Una sensación que comparten Arturo Iturralde Los Arcos, que imparte Economía de la Empresa en Liceo Monjardín o Amaya Ojer Gambart, profesora de Matemáticas en ESO y Bachiller en el IES Marqués de Villena de Marcilla.

En el caso de Infantil y Primaria, con procesos de adaptación más complejos, el inicio de curso ha sido más especial. "Ha requerido de una acogida emocional y un periodo de adaptación más largo de lo habitual, lo que ha supuesto mayor esfuerzo. Pese a las restricciones estamos contentos con la forma en la que estamos haciendo frente a la situación", afirma Irantzu Eslava, tutora de 5º de Primaria de Paz de Ziganda ikastola. "Tenemos los protocolos interiorizados e intentamos que afecten lo menos posible a las dinámicas. Pero más allá de si las medidas son o no adecuadas, globalmente han tenido repercusiones negativas en la escuela, como en la sociedad. En concreto, los cambios con la acogida del alumnado que comienza Primaria que han sido más difíciles de asumir", apunta Maite de Miguel Sagardia, tutora de 1º de Primaria en el CP San Francisco.

Todos estos docentes destacan la capacidad de adaptación del alumnado. "Nos ha sorprendido gratamente porque han adquirido las nuevas rutinas (lavado de manos, mascarilla, limpieza...) y casi no es necesario recordárselo. A veces les cuesta, pero ¿a quién no?", reflexionan Leticia Álvarez y Maite Errea, maestras de 2º de Infantil de inglés y castellano respectivamente en el CP San Miguel de Noáin. Las profesoras de Primaria también destaca la plasticidad de los más pequeños para asimilar los cambios. "Aceptan las normas y las incorporan con relativa facilidad a su rutina, pero no sin esfuerzo ya que les dificulta la interacción social", afirma Eslava. En esta misma línea, de Miguel reconoce que "aunque asumen las normas es inevitable que en la puerta de la escuela un alumno se funda en un abrazo con su amigo del alma de otro grupo burbuja o que cuando corren en el recreo se bajen la mascarilla".

En los institutos también aplauden la respuesta de los adolescentes. "La mayoría cumple y quien no lo hace tiene la correspondiente sanción", remarca Ojer. Su colega Ozkoidi considera que "si este inicio de curso se puede considerar positivo es en gran medida por la responsabilidad del alumnado. Conforme pasan las semanas también se detectan ejemplos de relajación, y algunas medidas se hacen más llevaderas, como la mascarilla o el gel, y otras son más complejas como la distancia entre compañeros". La felicitación al alumnado también llega desde Liceo Monjardín. "El alumnado ha dado una lección a la hora de entender y aceptar la situación. Respetan las normas de entrada al centro, y las de higiene y limpieza", afirma Iturralde, que destaca que el porcentaje de alumnos confinados en su centro es muy bajo.

De hecho, tal y como remarcan estos docentes, los protocolos de limpieza y ventilación funcionan ya que la mayoría de los casos vienen de fuera y son pocos los que se contagian en el interior de las escuelas.

Dificultades

Forzar la voz y mantener las distancias

Una de las principales dificultades que citan es el hecho de dar clase con mascarilla. "Es la mayor complicación ya que en ocasiones tengo que forzar la voz", afirma Iturralde. Una opinión que comparte Ozkoidi. "Nos obliga a hacer mayores esfuerzos y aún es más preocupante en el caso del profesorado de idiomas con la pronunciación", remarca este profesor. La mascarilla, añade Eslava, "tapa gran parte de la cara e impide muchos gestos y expresiones faciales, que suponen una parte importante de la comunicación no verbal". Para su colega en el CP San Francisco, los principales problemas son los aspectos emocionales. "Ocultar parte de la cara dificulta la lectura emocional de una sonrisa o un gesto de aceptación. Complica la creación de un vínculo positivo con la maestra. La distancia física tampoco ayuda", explica de Miguel, quien también hace referencia a la fatiga vocal derivada del uso de mascarilla. "Uso amplificador de voz para asegurar que me oyen pero esto no soluciona todo. Las voces de algunas criaturas son poco audible para el resto y se ha perdido espontaneidad en las conversaciones. Además estamos con el aprendizaje de la lectura y el uso de la mascarilla lo dificulta", remarca.

En el caso de Amaya Ojer, profesora en el instituto de Marcilla, la principal adaptación ha supuesto la transformación digital. "He tenido que introducir el uso de la tecnología en el trabajo diario y también supone un esfuerzo añadido atender al alumnado presencial y al que está en casa".

Esta misma preocupación exponen las maestras del colegio de Noáin, que reconocen que la mascarilla "dificulta la comunicación, sobre todo, la de los profesores de idiomas, y también nos resulta complicado mantener las distancias porque es una etapa en la que el afecto juega un papel importante".

Grupos burbuja

Confinamientos totales y parciales

Estos docentes comparten la decisión de crear grupos burbuja en Infantil y Primaria para reducir los contagios, pero tal y como señala la tutora del CP San Francisco "en la práctica educativa tiene repercusiones negativas ya que nuestro centro realiza varias actividades en las que participan escolares de distintos niveles y se han suspendido". En Paz de Ziganda, añade Eslava, "tratamos de mantener al máximo el aislamiento de cada grupo, pero es difícil mantener la burbuja en recreos, baños o escaleras aunque se está haciendo un gran esfuerzo". El aula de Maite de Miguel no ha sido confinada pero sabe que es probable que llegue y la escuela tiene un plan de atención no presencial, mientras que el grupo de Eslava estuvo aislado cuatro días. "Cada alumno disponía su chromebook y cada día nos reuníamos con los alumnos para planificar, realizar tareas y resolver dudas", explica.

Las maestras Álvarez y Errea aplauden que no se lleve mascarilla en las aulas de Infantil pero "no entendemos por qué tienen que salir al patio con ella y no pueden juntarse con alumnado de otros grupos y sólo estar con su burbuja". Una de ellas tiene experiencia en confinamiento y durante esa semana realizó videollamadas con sus escolares.

En Secundaria, el confinamiento no es por aula sino por contactos estrechos y tanto en Liceo como en los institutos de Zizur y Marcilla han tenido alumnos aislados. "Los estudiantes confinados siguen las clases a través de equipos de videconferencia y utiliza GoogleClassroom", explica Iturralde. En el IES Marqués de Villena, añade Ojer, "algunos docentes optamos por impartir las clases en streaming para que lo sigan en clase y en casa, y otros usan herramientas digitales para atender al alumnado confinado". En el IES Zizur, según explica Ozkodi, al alumnado aislado "se les informa de la evolución de la asignatura, pero sin un seguimiento individual concreto. Y si el número de confinados supera la mitad se compaginaría la enseñanza presencial y la online".

Consecuencias de la pandemia

Efectos en el nivel académico y en lo social

Después de seis meses sin ir a clase, los estudiantes han tenido que recuperar sus rutinas y, aunque la mayoría tenía ganas, no ha sido fácil. "La falta de hábitos trabajo, sobre todo, entre el alumnado de 1º y 2º de ESO es evidente", reconoce el profesor del IES Zizur, que explica que al finalizar el tercer trimestre en junio analizaron el trabajo realizado en las distintas asignaturas para tener en cuenta las posibles carencias. "Está por ver el impacto en su rendimiento. En la evaluación habrá que tener en cuenta el punto de partida y los pormenores del contexto", apunta Ozkoidi. En el IES Marqués de Marcilla también han percibido la falta de hábitos "pero ya han cogido el ritmo". En este centro a la hora de diseñar las programaciones didácticas se han tenido en cuenta contenidos que el curso pasado no se dieron o se impartieron on line para reforzarlos. "Si todo va como hasta ahora no debería notarse en el rendimiento académico. Si hay un nuevo confinamiento la respuesta no sería la misma", reconoce Ojer.

El profesor de Liceo Monjardín no cree que al alumnado le haya afectado los meses de confinamiento. "El seguimiento de las clases y los resultados en las primeras pruebas muestran que el rendimiento académico no ha decaído", afirma Iturralde, que considera que "tenían muchas ganas de volver y esta situación les ha servido para valorar el tiempo que pasa en el colegio". Opinión similar tiene la maestra de Paz de Ziganda, que cree que, a pesar de lo atípico de ambos cursos, "no va a tener ningún efecto académico significativo en el recorrido escolar del alumno". Su colega de San Francisco ve a su alumnado "bien estimulado y motivado para aprender nuevos aprendizajes", pero sí cree que deberán reforzar la competencia lingüística en euskera, lengua vehicular, "ya que parte de los niños y niñas no han tenido casi contacto con esta lengua en los seis meses". También cree que la aplicación de ciertos protocolos "va a reducir el tiempo de aprendizaje en el aula por lo que tendrá repercusión".

En Infantil, Álvarez y Errea reconocen que los meses de confinamiento se notan "en unos casos para bien, hemos visto mejoría en aspectos como la autonomía, y en otros no tanto". Ahora bien, estas maestras trabajan "para que la situación afecte la menos posible al rendimiento" y están realizando programaciones telemáticas en posibles confinamientos.

¿Y los efectos a nivel emocional o de socialización? "El alumnado necesitaba volver a jugar y reencontrarse pero cada familia ha vivido una realidad diferente y hay que trabajar mucho la gestión de emociones, seguridad en si mismo, autonomía...", asegura Eslava. La situación, añade la profesora del instituto de Marcilla, afecta a la sociabilidad del alumnado y en su centro también se está trabajando el campo emocional. "El alumnado está ralentizado y sin el brillo y la alegría que le son propias", asevera Ozkoidi.

En el Liceo, al principio, el miedo y la preocupación entre el alumnado por el contagio eran altos, pero ha bajado porque las cosas en el colegio están saliendo bien". La maestra Maite de Miguel "no percibe miedo entre su alumnado pero sí son conscientes de la existencia del virus. Espero que no dure mucho porque ver la cercanía y el contacto físico como riesgo no es positivo para su desarrollo". En opinion de las maestras de Infantil, la vuelta a las aulas les ha beneficiado en la socialización con sus iguales, tan importante para su desarrollo afectivo-social. "Son conscientes de la situación y hemos tenido que trabajarlo con ellos porque a veces relacionan tener la covid con que va a morir, y esto es un problema si tienen un caso cercano", aseguran.

Presente y futuro

Piden más recursos y defienden lo presencial

Estos docentes creen que, en general, las medidas y protocolos que recoge el Plan de Contingencia son necesarios, pero echan de menos más recursos. "Se necesitan más medios humanos y tecnológicos. Reducir ratios en algunos casos y contratar profesorado", afirma Ojer. Su compañero en el IES Zizur coincide con esta reivindicación. "Las medidas son eficaces y en algunos casos hemos podio rebajar ratios. Pero en otros grupos no. Nos prometieron refuerzo de plantilla y no ha llegado, y están hacinados", apunta Ozkoidi. A la maestra de San Francisco le habría gustado que Educación le hubiera proporcionado mascarillas que nos protegieran más". Petición que comparten las maestras de Infantil. "Nuestro alumnado no lleva mascarilla en el aula de forma que si llevamos la quirúrgica les protegemos pero si alguno es positivo no estamos protegidas. No estamos de acuerdo con las mascarillas que nos ha dado Educación y nos estamos comprando nuestras propias FFP2".

Este grupo de docentes coincide en la importancia de mantener los centros abiertos si bien dicen estar preparados para volver a la docencia a distancia. "Creo que la situación en los centros es aceptable y si se decidera un confinamiento general quizá se mantendría la educación presencial, pero el curso es largo y habrá que ver la evolución", reconoce Ozkoidi, que pide que en caso de retomar la enseñanza online se satisfagan las necesidades de familias sin conexión y dispositivo "cuanto antes". El profesor del Liceo confía en realizar todo el curso presencial " porque es vital relacione con sus compañeros y profesores", un deseo que comparten las maestras Álvarez y Errea. "Nuestro trabajo no se puede realizar fácilmente de forma telemático, necesitamos el contacto con nuestros peques y ellos estar con sus compañeros", afirman. "La diferencia entre la educacion presencial y online es enorme tal y como se reflejó en el confinamiento", zanja Ojer.

"Nos resulta difícil mantener distancias ya que en Infantil el afecto juega un papel importante"

Maestras 2º de Infantil en CP San Miguel

"La mascarilla y la distancia física complican la creación de un vínculo positivo con el alumnado"

Maestra 1º de Primaria en San Francisco

"El seguimiento de las clases y las primeras pruebas muestran que el rendimiento académico no ha decaído"

Profesor de Liceo Monjardín

"Si este inicio de curso se puede considerar positivo es en gran medida por la responsabilidad del alumnado"

Director y profesor del IES Zizur

"La diferencia entre la educacion presencial y 'on line' es enorme como se vio en el confinamiento"

Profesora del IES Marqués de Villena

"Necesitaban reencontrarse y jugar pero cada uno ha vivido una realidad distinta y hay que trabajar las emociones"

Maestra 5º de Primaria en Paz de Ziganda