- La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo ha pasado la covid-19. Lo contrajo mediante un contacto estrecho familiar y en un principio, la tos y la fiebre eran los síntomas que aparecieron. Su recuperación iba a ser complicada pero los médicos le dijeron que en dos o tres días le daría la vuelta, hasta que de repente se le diagnosticó una neumonía y tuvo que ser ingresada.

¿Cómo se encuentra?

-Me encuentro bien. La verdad es que cuando estoy sentada o sin moverme me encuentro normal. Y evidentemente, cuando empiezo a andar o a moverme, me noto esa insuficiencia respiratoria que tengo que ir ganando y tengo que ir recuperando. También, he perdido masa muscular. La UCI es muy machacante para eso. He estado muy poco tiempo y afortunadamente, eso ha hecho que mis secuelas sean menores. Pero es cierto que la primera vez que me pusieron en un sofá, se me cayó la cabeza. Es decir, el deterioro muscular que padeces en la UCI es vertiginoso. Además, me dicen que tengo que dar tiempo a mi cuerpo, a irse adaptando y que de momento no puedo hacer muchas cosas.

¿Cuál ha sido el proceso? ¿Cómo empezó todo?

-Empezó con un contacto directo en el entorno familiar. La primera PCR nos salió negativa a todos y cuando me tocaba hacerme la segunda PCR que era la de salida, empecé con tos y luego al pasar los días con fiebre. Entonces, sí que es cierto que me sentía muy mal pero por no descansar por la tos y por los síntomas como cuando tienes un trancazo fuerte. Es cierto que fui a urgencias un fin de semana porque tenía una fiebre alta. También iba al centro de salud a la consulta de mi médico Roberto Osés, que desde luego le tengo que agradecer a él y a todo el equipo el seguimiento. Después, me venía cada día a casa. Pero al principio me decía que se iba a controlar, que lo iba a pasar peor que otras personas, pero que en dos o tres días le iba a dar la vuelta. Y lo que resultó es que, el miércoles fui al centro de salud, a una nueva cita para que me viese y ahí me dijeron que de repente tenía una neumonía en los dos pulmones y que tenía que ingresar.

Ahora, cuando echa la vista atrás y lee en prensa o recuerda que ha estado en la UCI, ¿Qué le viene a la cabeza?

-Yo sí me enteré que me llevaban a la UCI porque ya llevaba todo el día ingresada. En principio, parecía que estaba respondiendo al tratamiento, con lo cual ya se me había pasado el susto de ser uno los que me ingresaban. Pensaba que ya estaba controlado el tema. Y resultó que a las doce o la una de la mañana, vino una médico y me dijo que no estaba funcionando el tratamiento y que me tenían que llevar a la UCI a intubarme. Y ese fue un momento muy duro, realmente. Primero de mucho miedo, que ves que la vida se te va y entonces te acuerdas de todas las personas que quieres. Y por otra parte, un momento hasta de rebote o de enfado, de decir, ¿por qué a mí, si yo no tenía ningún boleto? Entonces, lo que descubres es que todas las personas tenemos boletos para acabar en la UCI o para morir por la covid. Unas tienen más, otras menos, pero todas tenemos. No tengo ninguno de los marcadores que supuestamente hacían que esto fuera mal. No tengo patologías previas. Este es un virus, que según dicen en el sistema sanitario, afecta más a personas pobres porque sus condiciones socioeconómicas, sus condiciones de habitabilidad, sus viviendas, su forma de vida son peores; y a personas con patologías, a personas mayores, y a personas obesas. Es decir, hay una serie de indicadores que te sitúan en un grupo de riesgo mayor, pero lo que yo he aprendido es que al final boletos tenemos todas las personas. Esto me recuerda un poco a la época del SIDA, parecía que era esa enfermedad maldita sólo afectaba a los gays. Bueno, pues no. El SARS-CoV-2 es un virus que afecta y puede afectar a todas las personas. Creo que la gran enseñanza de esto para mí ha sido esa, que todas las personas podemos acabar en la UCI o morir por este virus maldito que yo decía: me va a llevar a mi un virus que como mucho se pasa como una gripe. Entonces, ese sí fue un momento muy duro. Pero estás allá y no puedes más que confiar en los profesionales de sanitarios. Una vez en la UCI, me durmieron y estuve tres días con el respirador, pero no me enteré. Evidentemente, ahí fue un tsunami emocional para todo mi entorno; para mi familia, para mi madre, mis hijos, mis hermanos, mi pareja, mis amigos, mis amigas, para todo ese mundo que tampoco entendía que yo estuviera así, porque nadie entendíamos porque estaba ahí.

¿Qué recuerda del momento en el que se despertó?

-Me empezaron a despertar un lunes, cuando ya me habían quitado el respirador. Estuve tres días más o menos con respirador y al despertar pasé dos días muy confusos y muy difíciles, porque tenía muchas alucinaciones muy reales, producto de esa medicación que te han inducido. Entre otras, por ejemplo, veía unas arañas gigantes que estaban continuamente al lado de mi cama. Pasé muy angustiada esos dos días. Sí que es cierto que me dicen que el despertar también fue muy rápido en mi caso, que otras veces suele ser más lento, pero fueron dos días difíciles porque no sabes lo que está pasando. El cuerpo lo tenía machacado, me dolía todo. Las alucinaciones se las contaba a Txus, mi pareja y a mi hermano Peio, que venían y les decía es que hay arañas o les contaba paranoias, que es que he oído una conversación. Pero esos dos días fueron terribles porque no sabes qué te está pasando. Lo cierto es que el equipo humano que hay tanto en la UCI como en la planta covid, son personas excepcionales. Además, con una pasión por la vida y por su trabajo inmenso y tenemos un sistema de salud, de lujo. El primer día que desperté vinieron los foniatras para hacerme pruebas, a ver si iba a necesitar recuperación, vino el fisioterapeuta e hicimos ejercicios desde el primer día. La dietista pasó y dijo ahora tiene que comer proteína, ¿qué prefieres, pescado o carne? Esto, hasta que no te das cuenta, ahí la persona es la que está en el centro y el resto van entrando y saliendo. No eres un paciente neumología, eres una persona que tiene unas necesidades.

¿Qué es lo que no sabías de la covid-19 y has aprendido ahora?

-Este virus nos ha demostrado de este mundo es insostenible por muchas razones. Creo que tenemos que replantearnos muchas cosas como la sostenibilidad de este sistema que hemos construido en el que por comprar más barato se deje de fomentar el consumo local. También, a sostenibilidad de la habitabilidad, las viviendas donde vive la gente, la sostenibilidad del sistema sanitario, la sostenibilidad del sistema de protección a la gente mayor, a las residencias, todos los centros. Es verdad que mi ejemplo puede demostrar que cualquiera podemos estar ahí y de hecho es que cualquiera está.

¿Qué es lo que le han recomendado ahora?

-Ahora en principio, se tienen que ir recuperando poco a poco mi cuerpo y mi capacidad respiratoria. No me tengo que quedar en el sofá tirada y tampoco tengo que estar todo el día andando. Entonces, me iré incorporando poco a poco. En el Gobierno, es cierto que esta semana mismo he estado leyendo muchas cosas. Hay cosas que las estoy haciendo casi desde el primer día. Lo que sí me va a costar más es esa incorporación física. En principio poco a poco, pero sin pausa. En principio, la semana que viene me iré incorporando poco a poco, sobre todo porque con la forma de trabajar on line que tenemos, mi intención es poco a poco empezar a incorporarme a unas reuniones y la agenda, conforme me vaya viendo mejor. Tengo una rueda de prensa la semana del 18, y si puedo me veo con fuerzas iré y si no, pues llega irá otra persona del equipo de gobierno, que desde luego en el Departamento, no solo es que me hayan apoyado, sino que han llevado las riendas en estas semanas.

"Una vez en la UCI, me durmieron y estuve tres días con el respirador, pero no me enteré"

"Al despertar pasé dos días muy confusos y muy difíciles, porque tenía muchas alucinaciones muy reales"

"El equipo humano que hay tanto en la UCI como en la planta covid son personas excepcionales"

"Este virus nos ha demostrado que este mundo es insostenible por muchas razones"