En el último Informe Epidemiológico del ISPLN, correspondiente a la semana del 23 al 29 de noviembre, se realiza una previsión para las próximas semanas afirmando que no hay ningún método científico que permita predecir de forma fiable el curso de esta epidemia, en la que se están realizando numerosas intervenciones en función de la situación de cada momento.

Los factores que van a marcar la situación en los próximos meses son, entre otros, que las condiciones meteorológicas van a continuar siendo favorables para la circulación del COVID-19, por lo que en cualquier momento podría reactivarse la transmisión, si se relajan las medidas preventivas. Como todavía no ha comenzado el invierno, hay tiempo para que pueda producirse una tercera onda de COVID-19 y, también, ondas de otros virus respiratorios, como el VRS y la gripe.

Aunque la proporción de personas inmunes en la población es todavía pequeña, en determinados entornos y en grupos clave, puede haber alcanzado niveles suficientes como para moderar la propagación del virus. Esto puede llevar a que nuevas ondas epidémicas sean más suaves. En el informe también se destaca que la desescalada de las medidas preventivas y situaciones que aumentan la interacción social, como las Navidades, son momentos críticos con posible influencia en la transmisión. El conocimiento y la experiencia adquirida por el sistema sanitario y por la sociedad sobre medidas efectivas para el control de la transmisión, bien utilizados, pueden ser de enorme utilidad para minimizar el impacto de posibles nuevas ondas epidémicas.