- La presidenta de Adano, la Asociación de Ayuda a Niños con Cáncer de Navarra, señaló que la atención sanitaria a este colectivo de pacientes no se ha visto afectada por la pandemia de la covid-19. Sin embargo, reconoció Mercedes Almiñana, “este año lógicamente no ha sido normal”, porque “tanto el voluntariado, como las trabajadoras de Adano, no han podido llevar el ritmo que se lleva habitualmente de visitas”.

En este sentido, Almiñana explicó que “aunque la psicóloga y la trabajadora social de Adano están en contacto telefónico” con las familias, “no es lo mismo que el contacto presencial, que puedan entrar en las habitaciones, ver qué tal están, si les hace falta algo...”. Además, destacó que “los menores, dependiendo de la edad, echan en falta a los voluntarios, porque un niño de 10-12 años se lo pasa pipa con ellos. Juegan a lo que ellos quieren, les entretienen y es un pequeño descanso también para la madre o el padre, el que esté en ese momento, pero eso todo el año se nos ha ido”, lamentó Almiñana, sabedora de que “las horas en el hospital pasan eternas”. Por ello, consideró que “eso las familias lo habrán notado. Lo demás, a nivel de atención, tratamientos, todo, sigue completamente normal; sin problemas”, a pesar de la pandemia.

Asimismo, hizo hincapié en que ahora, cuando están ingresados, tampoco pueden recibir visitas. “No puede ir a verles nadie y eso sí que se echa en falta, porque cuando estás en esos sitios necesitas el cariño de los tuyos y la presencia y ahí no puede entrar más que una persona para estar con el menor, que normalmente y mayoritariamente son las madres, pero no quita para que el padre esté sufriendo fuera”. Y es que, como sostiene Almiñana, “se echa en falta el tener a alguien con quien hablar, el poder sacar un poco tu angustia un día que estás peor”, porque, aunque “lo hayan sacado hablando por teléfono, es como más frío”.

En definitiva, con motivo de esta jornada, Adano expresó su apoyo al resto de asociaciones que trabajan con esta enfermedad -el 15 de febrero se celebra el Día del Niño con Cáncer-. Tras reconocer el shock y el dolor que supone afrontar este diagnóstico en un hijo o hija, concluyó diciendo que “el cáncer no es sinónimo de muerte”, sino que “hay muchas esperanzas”, porque “cada vez sube un poco más el porcentaje de curación” gracias a la labor de los profesionales, cuyo trato con los niños “es una pasada”.