- Fue una discusión acalorada. Lo que la Audiencia tratará de dilucidar ahora es si el agente se sobrepasó al llevar a cabo el arresto y abusó de su autoridad. Dos jóvenes que estaban cenando con sus respectivas cuadrillas en el bar de la estación de servicio de Legarda manifestaron que todo les pareció desproporcionado. Incluso, uno de ellos trató de mediar con la clientela para calmar los ánimos porque "creo que estábamos presenciando una detención ilegal y había chicas que se identificaban con ella". Cuando se le detuvo a la camarera, este chico telefoneó a la Policía Foral porque le "apenó lo que estaba viendo. Les dije que habían detenido a una camarera porque no había querido servir un café. Mi percepción es que el guardia quería darle una lección por el café". Este joven, de Obanos, dijo desconocer el origen de la disputa: "Era por un café, o que no habían servido, o que estaba malo, pero no me enteré de más. Luego , como llamaba la atención la discusión, escuché que pedía la hoja de reclamaciones y que la camarera le pedía cinco minutos para entregársela. Las formas no eran las correctas, ni por una parte ni por otra, pero no hubo insultos ni faltas de respeto. Había muchos nervios", manifestó el joven. Otra chica, que cenaba en otra mesa, testificó que tras la discusión en el bar, oyó un comentario de que la habían "empujado. Ya me pareció intolerable. Y cuando salí a la calle, vi que la chica estaba muy nerviosa y sin espacio para respirar. El agente le hablaba casi frente contra frente, la tenía aterrada y ella estaba desencajada. Y al compañero del acusado le dije: Corta esto, pon una solución. Pero no hice nada". Esta joven llamó al cuartel de Puente la Reina cuando se llevaron a la joven. "Lo hice porque me quedé preocupada de que le hubiera podido pasar algo".