La Brigada de Juego y Espectáculos de la Policía Foral está de celebración. Acaba de cumplir 35 años ostentando la única competencia exclusiva que en la actualidad ostenta Navarra en materia policial, la del control del juego y de los espectáculos taurinos. La unidad, que se encarga de supervisar toda la temporada taurina en la Comunidad Foral y la actividad relacionada con el juego, es un referente estatal. “Son un grupo de policías muy profesionales, muy formados, que demuestran a diario que la Policía Foral está capacitada para asumir competencias en exclusiva”, afirma el comisario principal Agustín Gastaminza, jefe del Área de Seguridad Interior y Policía .

En el año 1986, tanto el juego, con los bingos en plena ebullición, como los espectáculos, preferentemente taurinos, generaban una actividad socioeconómica y técnico administrativa importante. Mediante los Reales Decretos 226/1986 y 228/1986, ambos de 24 de enero, se produjo la transferencia de las funciones y servicios ejercidos por la Administración del Estado en materia de casinos, juegos y apuestas y en materia de espectáculos, respectivamente, a la Comunidad Foral. Dichas funciones y servicios fueron asignadas a la Dirección General de Protección y Seguridad Ciudadana (hoy Dirección General de Interior), y se encomendó su impulso y desarrollo al Servicio de Gestión Administrativa y Protección Civil (actualmente Servicio de Desarrollo de las Políticas de Seguridad).

Dos agentes realizan una inspección en un salón de juegos.

Tras la recepción de los servicios y funciones en materia de juego y de espectáculos por el Gobierno de Navarra, en el mes de junio de 1986 la Policía Foral organizó un grupo especializado para atender las tareas de control e inspección de las referidas materias. Semanas después, durante la Feria del Toro de Pamplona, en plenos Sanfermines, los tres miembros de la Policía Foral seleccionados (el sargento Villafranca y los policías Santiago Ongay y Mario Zunzarren) se encargaron de acompañar al inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Emiliano de la Fuente, en las labores de Delegado de la Autoridad y resto de funciones derivadas del control de los Espectáculos Taurinos.

A partir de ese momento y durante esa temporada acudieron a las ferias taurinas de Tudela y Estella y tomaron el relevo al inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Armando Gago. También se encargaron de supervisar las ferias de Tafalla, Cintruénigo, Olite, Peralta, Cascante, Corella y Sangüesa, en las cuales era la Guardia Civil la responsable de realizar las labores de Delegado de la Autoridad. La temporada concluyó con la inspección de 28 festejos.

En ese mismo año 1986, las intervenciones en materia taurina se extendieron también al control de los espectáculos taurinos populares (encierros y/o sueltas de reses bravas), en los que se comprobaba la existencia de autorización previa para su celebración, las características de los recorridos y espacios habilitados mediante cierres y vallados, la presencia del personal de los equipos médicos necesarios y controlando las condiciones de participación de los corredores y la correcta ubicación de los espectadores, tareas que no distan de las que se llevan a cabo en la actualidad.

Al finalizar la temporada taurina, el grupo especializado de la Policía Foral inició sus intervenciones en materia de juego, a partir de dos demandas presentadas por la Asociación Andemar (Asociación Nacional de Máquinas Recreativas) y la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles). En el primer caso, se solicitó al Gobierno de Navarra la retirada de las máquinas recreativas, denominadas grúas, instaladas en establecimientos públicos, por incorporar elementos de juego no homologados; en el segundo caso, se requirió la persecución de la venta ilegal de cupones organizada por Prodiecu (Promoción y Difusión de Entidades Culturales, Recreativas y Benéficas SA), al carecer de autorización para ello. Como resultado de la primera demanda, se destruyeron 146 máquinas y se retiraron 288 placas identificativas. En relación con la segunda, se decomisaron más de 4.000 boletos.

El Decreto Foral 155/1988, de 19 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de organización de la Policía Foral de Navarra, creó por primera vez dentro de su estructura orgánica la Sección de Juego y Espectáculos. La sección fue dividida en dos brigadas en 1994, la de Juego y la de la Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, y diez años después, en 2004, pasó a engrosar, con rango de división, el Área de Policía Administrativa, y se renombran las dos brigadas a Documentación y Juego y Espectáculos. Finalmente en 2016 se dimensionó como una sola brigada, con una docena de agentes adscritos, número que mantiene actualmente.