a histórica crecida de los ríos Arga y Ulzama dejó a cientos de personas sin luz en distintas zonas de Burlada, Villava o la Rochapea. La mayoría de esas averías se solucionaron el mismo día de la riada, pero en algunos casos la solución se demoró uno o incluso dos días. De hecho, algunas viviendas de Burlada no habían recuperado el servicio en el día de ayer y en muchos de los bloques afectados, a pesar de haber vuelto a la normalidad en los domicilios, siguen sin luz en las zonas comunes.

En Burlada, la mayoría de bloques afectados se encuentran en la zona más castigada por las inundaciones, como la plaza del Arga o la calle San Francisco, aunque fueron los de la plaza Francisco Ardanaz, a la que no llegó el agua, los que más tiempo estuvieron sin luz en sus viviendas. En este último caso, los seis bloques afectados volvieron a tener un servicio normal el domingo, hacia las 9 de la mañana, casi 48 horas después de que se les fuera la luz.

"Algún vecino tenía luz, pero la gran mayoría no. Mirabas desde la ventana y sobre todo veías las luces de las linternas o los móviles", explica Alfredo, vecino de la plaza. "Nos quedamos a dos velas, nunca mejor dicho. Lo peor es que llamabas y nadie te decía nada. En Iberdrola nos decían que era cosa de la distribuidora (i-DE) y en la distribuidora primero nos decían que se solucionaría en una hora y luego que hasta el día siguiente nada", relata.

Alfredo apunta que debe tratarse de algún desperfecto que tienen los bloques de la plaza, porque "alrededor todo el mundo tenía luz". "Otras veces que ha habido un apagón también hemos sido los últimos a los que les ha vuelto la luz", explica.

En otras zonas de Burlada, como por ejemplo la plaza de Larráinzar, los apagones en los domicilios duraron apenas unas horas, aunque en algunos casos sigue habiendo problemas en las zonas comunes. En la plaza del Arga las incidencias en las viviendas duraron más de 24 horas y fueron solucionadas el sábado por la tarde, aunque. En este caso, siguen sin luz en portales, rellanos o escaleras y también están sin ascensor. Los transformadores se encuentran en el garaje, que ocupa todo el subsuelo bajo la plaza, y este ayer seguía teniendo más de metro y medio de agua.

"Vamos muy atrasados, porque en la calle San Francisco vinieron del 112 para sacar agua en algún garaje y aquí nos han dejado los últimos. Ahora va a llegar un camión más, porque con un camión solo va muy lento", apunta José Ignacio, vecino de la plaza.

Ante esa situación, varios vecinos que tenían podían irse durante unos días a casa de algún familiar decidieron hacerlo, como es el caso de José Ignacio. "El primer día estuve comiendo frío en casa, el segundo ya me fui a casa de la hija. También para estar caliente, porque no teníamos calefacción", manifiesta.

Además de estar sin luz en las zonas comunes, muchos vecinos tienen problemas con la televisión y el internet y varios pisos no tenían conexión todavía en el día de ayer. En este caso depende de la compañía. Las que tienen fibra óptica ya han restablecido el servicio, mientras que las que funcioan con cable coaxial no han podido hacerlo.

El problema de la falta de luz en las viviendas todavía no se ha resuelto en algunos casos concretos. Por ejemplo, las viviendas de la planta baja del bloque que da a la calle Soto, a las que entró gran cantidad de agua en la riada, todavía no tienen servicio.

Tampoco Mari Jose, vecina de otro edificio, que sigue sin electricidad porque tienen la luz del trastero conectada a la de su vivienda, y el trastero permanece inundado.

"Las demás viviendas del bloque tienen todas luz, pero yo estaré así hasta que se desagüe el trastero", comenta Mari Jose, que mientras tanto está viviendo con sus hermanas. "No hay luz, calefacción, tele, ni manera de cocinar nada, así que aquí no puedo estar", dice.

"Nos quedamos a dos velas, nunca mejor dicho. Lo peor es que llamabas y nadie te decía nada"

Vecino de la plaza Francisco Ardanaz

"Yo estoy sin luz en casa, pero porque la tengo conectada con el trastero y todavía está inundado"

Vecina de la plaza del Arga