El Arzobispado de Pamplona, que en tiempos de covid convoca una media insignificante de ruedas de prensa al año, decidió convocar ayer a los medios de comunicación para celebrar el retorno de las Javieradas y anunciar las novedades de cara a la peregrinación de marzo. El hecho no tendría trascendencia alguna si no hubiera coincidido curiosamente con la misma mañana en la que el cabeza visible de la Iglesia navarra, el arzobispo Francisco Pérez, tomaba posesión en San Sebastián de su nuevo cargo como Administrador Apostólico de la diócesis de San Sebastián, en sustitución de José Ignacio Munilla. Es decir, no había ningún otro día para presentar las Javieradas salvo precisamente cuando el arzobispo Pérez estaba ausente y de este modo nadie respondería a cuestiones de actualidad en torno al clero navarro, como las investigaciones de abusos sexuales en menores cometidos en su seno, el impulso de una ley para reconocer como víctimas a tales abusados y abusadas y el candente tema de las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia en la Comunidad Foral esquilmando bienes a los municipios. Así fue posible que Pérez se borrara del acto por su apretada agente.

Pérez realizó en junio de 2021 su única comparecencia específica sobre los abusos destapados entre otros por este periódico en la Iglesia navarra, casos que empezaron a conocerse en 2019, para hablar del informe que habían elaborado junto a un equipo de abogados respecto a las víctimas que denunciaron al fundador y primer director del colegio diocesano El Puy de Estella, que dependía directamente del Arzobispado. Entonces, dijo: “Hago mío el dolor de las personas afectadas y pido perdón, en nombre de la institución que represento, a las personas que denunciaron” los abusos en el centro estellés, manifestó entonces sin aludir al resto de denuncias. “Si existieron indicios de abusos físicos o de índole sexual debieron investigarse y alcanzarse conclusiones en su momento, sin que sea justificación el que fueran otros tiempos”, zanjó Pérez. “Soy consciente del sentir social de que llegamos tarde y pido disculpas por el sufrimiento que ello haya podido ocasionar”.