La Sección Segunda de la Audiencia navarra ha confirmado una condena de 49 meses de prisión impuesta por el Juzgado de lo Penal número 5 para un vecino de la Ribera de 22 años por maltratar a su pareja de manera reiterada, con estirones de pelo, golpes y mordiscos, y saltarse además la orden de alejamiento que le había impuesto el juzgado para proteger a la víctima. El procesado es el mismo del que ya informó este medio que fue condenado a 9 meses por resistencia a los policías forales que le custodiaban en la comisaría de Tafalla, a los que insultó gravemente, igual que a la jueza instructora. Precisamente ese arresto se produjo como consecuencia de que quebrantara la medida cautelar que tenía dictada. El acusado se encuentra en prisión cumpliendo ambas penas.

En este caso, el joven que había iniciado una relación sentimental sin convivencia con la víctima en enero de 2021, solo permaneció con ella durante dos meses. Desde casi el comienzo de la relación, el acusado sometió a la joven a una permanente situación de dominación, sumisión y miedo, en donde los insultos, las humillaciones, amenazas y el uso de la violencia han sido una constante. También le ha aislado de sus amistades y especialmente de un amigo especial que tenía. Así, a los pocos días de iniciarse la relación, con la intención de menoscabar su autoestima e integridad corporal y para mantener dicho clima de dominación y miedo, se dirigía a ella con insultos. Le daba tortazos, patadas, estirones del pelo y mordiscos en zonas en que previamente le había pegado y no habían curado para aumentar su dolor.

Dichas expresiones y agresiones se producían en cualquier contexto y sin ningún motivo, pero singularmente cuando ella no quería llevar a cabo algunas prácticas sexuales que el acusado demandaba. De la misma manera y para reforzar la situación de miedo y dominación le decía que la quería ver muerta y que en Suramérica, de donde él es natural, los hombres matan a las mujeres y luego salen a la calle, pero que ellas del cementerio no salen. Concretamente en la madrugada del 1 de marzo de 2021 encontrándose ambos tumbados en la cama de la vivienda del acusado, este le dio de repente un fortísimo estirón del pelo que le provocó un intenso dolor en la coronilla, golpeándole instantes después en el mismo sitio con un objeto duro (un mechero o un anillo) que tenía a su alcance. La víctima tuvo que organizar coordinadamente con su madre un pretexto para poderse marchar de la vivienda, acudiendo inmediatamente al consultorio médico.

El 1 de marzo de 2021 el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Tafalla le impuso al acusado la prohibición de aproximarse a la víctima así como de comunicarse con ella. El acusado, pese a saberlo, envió a las 18.01 horas y a las 18.13 horas una o dos solicitudes de amistad desde su perfil de Instagram.