El Departamento de Derechos Sociales ha publicado hoy en el Boletín Oficial de Navarra la primera normativa de la Comunidad Foral que se encarga de regular las tarjetas de estacionamiento para personas con discapacidad, que unifica el modelo de dichas tarjetas para que ya no tengan una dependencia municipal y que establece un registro único para evitar duplicidades y usos indebidos de las credenciales. Navarra era la única comunidad que no contaba con una regulación específica para regular la expedición de estas tarjetas. La nueva norma establece los requisitos de su expedición, concreta los datos que deben figurar en la tarjeta y crea un registro único de autorizaciones dependiente del Departamento de Derechos Sociales. La tarjeta se expedirá por un periodo de cinco años.

Juan Larreta, portavoz de la plataforma Okupas Motorizados, considera “como una gran noticia para toda la sociedad la regulación de estas tarjetas. De esta forma se regula algo que sorprendentemente Navarra no lo tenía legislado todavía y el colectivo de la discapacidad puede estar orgulloso de ello. De esta forma, va a haber un mayor control por parte del Gobierno y además el registro único va a ayudar mucho a las distintas policías, para ver si una tarjeta es válida o no lo es. Trabajamos sin parar porque esta norma viera la luz y esto es el reconocimiento a ese trabajo. Ha sido una larga travesía desde la primera reunión que nos reunimos con el consejero Santos en diciembre de 2019. Y por fin ha llegado. En marzo de 2023 ya no podrá haber tarjetas rellenadas a mano después de que pase el año de transición para que todo el mundo se adapte. A nuestro colectivo nos da vergüenza ajena que se aparque sin tarjeta como que se haga un uso ilícito de ellas. Y ahora hemos tenido un reconocimiento. Es una buena noticia para el mundo”.

Otro elemento novedoso es la ampliación de los supuestos de titularidad de la tarjeta a menores de 3 años que dependan de forma continuada de aparatos técnicos imprescindibles para sus funciones vitales como sillas de ruedas especiales o respiradores, siempre que limiten de forma grave su movilidad, por lo que se amplían los supuestos de titularidad de la tarjeta.

Las solicitudes, como hasta ahora, se realizarán en el ayuntamiento del municipio en el que se halle empadronada la persona que tenga derecho a la misma. Una vez concedida la tarjeta de estacionamiento, los ayuntamientos lo comunicarán a la base de datos del Departamento de Derechos Sociales, a fin de que edite y suministre la tarjeta de estacionamiento con el formato homogéneo previsto.

Igualmente, los ayuntamientos seguirán siendo los responsables de adoptar las medidas para facilitar el estacionamiento de los vehículos pertenecientes a personas con problemas graves de movilidad por razón de su discapacidad, dado que tienen la competencia en esa materia.

Las tarjetas de estacionamiento de vehículos emitidas con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva orden foral mantendrán su validez durante un periodo de un año a partir de la entrada en vigor de la nueva, plazo durante el cual deberá solicitarse la nueva tarjeta ante el ayuntamiento correspondiente.

Además de la novedad que introduce la nueva orden foral para menores de 3 años, tienen derecho a la tarjeta personas que se encuentren en alguno de los siguientes supuestos: aquellas que tengan reconocida oficialmente la condición de persona con discapacidad y, además presenten movilidad reducida, es decir, que necesiten utilizar silla de ruedas, dos bastones para caminar; las personas que presenten conductas agresivas o molestas de difícil control, a causa de deficiencias psíquicas que dificultan la utilización de medios normalizados de transporte; y las que tengan limitaciones de movilidad y sean valoradas con un mínimo de 7 puntos en el baremo de movilidad reducida.

También pueden solicitarla personas que muestren en el mejor ojo una agudeza visual igual o inferior al 0,1 con corrección, o un campo visual reducido a 10 grados o menos, dictaminada por la unidad competente en materia de valoración de discapacidad.

Así mismo, personas físicas o jurídicas dedicadas al transporte colectivo de personas con discapacidad y que presten servicios sociales de promoción de la autonomía personal y de atención a la dependencia.

Existe la modalidad de tarjeta de estacionamiento provisional, con una validez de seis meses, prorrogable por un periodo igual, que se concederá excepcionalmente, atendiendo a razones humanitarias. Entre los supuestos, se incluyen a personas que presenten movilidad reducida, aunque esta no haya sido dictaminada oficialmente, por causa de una enfermedad o patología de extrema gravedad que suponga fehacientemente una reducción sustancial de la esperanza de vida y que, razonablemente, no permita tramitar en tiempo la solicitud ordinaria de la tarjeta de estacionamiento.

Más de 10.000 tarjetas

Con la aplicación de la nueva regulación que establece un registro único, podrá conocerse con precisión el número de personas en Navarra con derecho a utilizar las plazas reservadas ya que, al tratarse de una competencia municipal, los datos están repartidos por todos los ayuntamientos de la Comunidad. No obstante, según la estimación del Departamento de Derechos Sociales, existen en Navarra más de 10.000 personas con el derecho reconocido a disponer de la tarjeta de estacionamiento. Las modificaciones de la regulación responden a la petición de varias entidades, entre ellas el movimiento Okupas Motorizados y CERMIN, que demandaban medidas contra el fraude y abuso en la utilización de las autorizaciones, impidiendo de manera activa el uso de tarjetas no válidas, fotocopiadas, incompletas, escritas a mano, sin numerar, permanentes, sin fecha de validez o sin identificación de la persona titular.