La Policía Municipal de Villava detuvo este pasado domingo a dos varones a las puertas de una discoteca situada en el polígono Landazabal acusados de los delitos de atentado a la autoridad, desobediencia y resistencia grave. Además, a uno de ellos se le imputa un delito de tentativa de hurto por haber sustraído la txapela de la uniformidad oficial de uno de los agentes intervinientes.

Los hechos ocurrieron pasadas las 6.10 horas cuando la Policía Nacional alertó a la Policía Municipal de Villava de un posible quebrantamiento de condena por acercamiento de una persona a su expareja, con quien tiene medida de orden de alejamiento, en las inmediaciones de una discoteca. Hasta el lugar se desplazó una patrulla que, a su llegada, observó un pequeño tumulto de seis personas con intenciones de comenzar una trifulca.

Los agentes abandonaron el vehículo para apaciguar los ánimos de las mencionadas personas, momento en el que uno de los policías vio a otro varón, ajeno a la intervención policial, que introducía medio cuerpo dentro del coche patrulla y salía del interior con una txapela de la uniformidad policial, propiedad de uno de los agentes intervinientes.

INTERCEPTADO A LA CARRERA

Ante estos hechos, el agente emprendió la carrera hasta interceptar al joven entre la discoteca y una juguetería situada en las inmediaciones, momento en el que el joven arrojó al suelo la txapela con su mano derecha y alzó su mano izquierda donde disponía de un cinturón enrollado a su mano con el puño cerrado y la hebilla colgando.

El joven empezó a proferir expresiones como "no os tengo miedo", "no sois nadie" y "os mato", y sin mediar palabra arremetió contra el agente y le propinó dos puñetazos, uno en su hombro derecho a la altura de la clavícula y otro en la parte superior de su esternón, momento en el que fue reducido. Además, comenzó a proferir gritos, por lo que los dos agentes municipales fueron rodeados por un tumulto de unas doce personas que les zarandearon con rodillazos, manotazos y empujones.

Una de estas personas propinó varios rodillazos en el hombro a uno de los policías y manotazos al otro, por lo que los agentes solicitaron refuerzos. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Brigada Central de Intervención de la Policía Foral, que disolvieron a las personas congregada y llegaron a hacer uso de las defensas.

Los dos policías municipales tuvieron que ser trasladados a un centro sanitario y posteriormente al Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde fueron atendidos de las lesiones sufridas. Uno de ellos se encuentra de baja laboral.