La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha rebajado a siete meses de prisión la condena para un médico psiquiatra que ejerce en la sanidad pública navarra por intentar besar a la fuerza a una paciente al concluir una consulta. La Audiencia también estima el recurso del acusado para rebajarle la indemnización a 5.000 euros y deja sin efecto la inhabilitación fijada por la jueza de lo penal para que siguiera desempeñando como psiquiatra durante el tiempo de la condena, por lo que ahora podrá seguir ejerciendo. La rebaja de pena es considerable puesto que la titular del Juzgado de lo Penal 2 de Pamplona le había condenado inicialmente a dos años de cárcel y a que indemnizara con 25.000 euros a la víctima.

La Audiencia entiende que no se puede condenar al acusado por un delito de abusos sexuales consumado, puesto que "solo se le acusó al investigado de un delito de agresión sexual en grado de tentativa. Por consiguiente, no se ha respetado debidamente el principio acusatorio, al haber sido condenado el acusado en relación con ese grado de ejecución". Por ello, la Sala le condena por una tentativa de abuso sexual, es decir, por el intento de cometer el delito aunque no lo consiguiera.

En el análisis de los hechos, el tribunal, al igual que hiciera antes la jueza de lo Penal 2 de Pamplona, da por probado que la conducta del acusado implicó un ataque a la libertad sexual de la víctima. La mujer acudía a la consulta del psiquiatra desde el mes de septiembre de 2017 hasta el 26 de febrero de 2019. Acudió con el médico ya que quería presentarse a unas oposiciones y quería que el acusado le recetara medicación para estar concentrada.

La consulta de aquel día se desarrolló sin incidencias, pero al finalizar la misma, y al disponerse ella a salir del despacho, el procesado le comentó que "estaba enamorado de ella, que era una mujer muy fuerte, la abrazó e intentó besarle en la boca, propósito que no consiguió al esquivar la mujer al procesado" y marcharse del lugar a continuación. A consecuencia de ello, la víctima sufrió un claro retroceso en su recuperación, reconoce la sentencia. Y así, detalla que presenta sintomatología compatible con trastorno de estrés postraumático asociado a la experiencia vivida, y una reactivación del cuadro ansioso depresivo manifestado con anterioridad a los hechos, lo que ha influido muy negativamente en todas las facetas de su vida personal, social y laboral. El tribunal fija que tanto la pena de prisión como la indemnización que impuso el juzgado son excesivas por no tratarse de una agresión sexual y sí de una tentativa de abusos y por ello las reduce a 7 meses y 5.000 euros. La víctima no solicitó que se le inhabilitara como médico y la Sala lo tiene en cuenta para retirarle dicha condena accesoria.

En el juicio, la Fiscalía pedía la absolución por entender que los hechos no eran constitutivos de delito, mientras que la acusación particular pedía 26 meses de cárcel por agresión sexual. La jueza le condenó por abusos por entender que su propósito y ánimo era obtener una satisfacción sexual a costa de otra persona que no había dado su consentimiento, según doctrina del Supremo. Se condena por cualquier acción que implique un contacto corporal inconsentido con significación sexual. El acusado defendió en el juicio que ella le pidió 75.000 euros por no denunciarle, ella lo negó, y él sí que reconoció que le dio "un pico embargado por la emoción de la consulta".