La delegación liberal francesa en el Parlamento Europeo ha pedido a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, que "actúe" tras hacerse público un vídeo en el que un diputado parece hacer el saludo nazi mientras sale del hemiciclo, si bien el propio protagonista asegura que se trataba de una forma de excusarse por salir de la sala.

La delegación del partido del presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó en redes sociales que uno de sus miembros, Sandro Gozi, "fue insultado" mientras participaba en un debate sobre el Estado de derecho en la Unión Europea por el eurodiputado ultra búlgaro Angel Dzhambazki, "que salió del hemiciclo con un escandaloso saludo nazi". Este miembro del Parlamento Europeo forma parte del Grupo Conservador y Reformista Europeo (ERC), en el que también está Vox.

El grupo compartió un vídeo breve en el que se ve al diputado búlgaro subiendo las escaleras del hemiciclo y estirando el brazo en alto y, por ello, pidió a la presidenta de la Eurocámara que "tome medidas".

Sin embargo, el diputado interpelado contestó en redes sociales al grupo francés y le replicó que han confundido "un simple saludo con un saludo nazi" y que "el hecho de que alguien no esté de acuerdo contigo no significa que sea nazi". "Me disculpo si mi saludo inocente, que pretendía ser una disculpa, ha insultado a alguien, pero esto es un caso grave de reducción al absurdo", escribió en Twitter.

Dzhambazki fue, al inicio de esta legislatura, el diputado encargado de redactar el informe sobre el levantamiento de inmunidad de los eurodiputados de JxCat Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín.

Tras su gesto nazi, el eurodiputado ultra búlgaro se enfrenta a sanciones que corresponderá decidir a la presidenta, Roberta Metsola.

En las normas internas de la Eurocámara figuran una serie de indicaciones sobre el comportamiento de los diputados en el ejercicio de sus funciones, que debe caracterizarse por el "respeto mutuo" y basarse en "los valores y principios establecidos en los Tratados, y en particular en la Carta de los Derechos Fundamentales".

"Los diputados preservarán la dignidad del Parlamento y no dañarán su reputación". Tampoco "comprometerán el desarrollo normal de los trabajos parlamentarios" ni "perturbarán el buen orden del salón de sesiones y se abstendrán de comportamientos incorrectos", señalan las normas.

Tras el incidente de la víspera y que la propia Metsola rechazara el saludo nazi del diputado en las redes sociales, la presidenta debe invitar a Dzhambazki a presentar sus alegaciones por escrito sobre lo sucedido o a defenderse en una audiencia, tras lo que se le comunicará por correo certificado el posible castigo.

"En la apreciación de los comportamientos observados habrá de tenerse en cuenta su carácter excepcional, recurrente o permanente, así como su gravedad. También se tendrán en cuenta, en su caso, los posibles daños infligidos a la dignidad y la reputación del Parlamento", explican las normas de la institución.

Entre las posibles sanciones que enfrenta Dzhambazki, ya anteriormente reprendido por un episodio racista con colegas diputados, figuran una amonestación, la pérdida del derecho a las dietas para gastos de estancia durante un período de dos a treinta días o la suspensión temporal entre dos a treinta días de la participación en actividades del Parlamento.

También cabe la prohibición de que el diputado represente al Parlamento en una delegaciones o conferencias interparlamentarias durante un máximo de un año o la limitación de los derechos de acceso a información clasificada o confidencial durante ese mismo periodo máximo.

Metsola también podrá proponer a los líderes de los grupos políticos "la suspensión o al cese del diputado de uno o varios de los cargos que ocupe en el Parlamento".