Síguenos en redes sociales:

Álex Urtasun: "Soy consciente de que llego para dar lo mejor de mí, no vengo a pasearme"

La leyenda navarra del baloncesto aterriza en el Castillo de Gorráiz Valle de Egüés para ayudar en el objetivo del ascenso

Álex Urtasun: "Soy consciente de que llego para dar lo mejor de mí, no vengo a pasearme"Unai Beroiz

Álex Urtasun (Pamplona, 30/4/1984) es el nuevo refuerzo del Castillo de Gorráiz Valle de Egüés. El navarro, que cuenta con 294 partidos en la ACB a sus espaldas, llega al conjunto foral para ayudar al equipo a lograr el ascenso. Urtasun sale así del retiro en el que había entreado en mayo de 2024 y regresa a las pistas de la ciudad que le vio dar sus primeros pasos en el baloncesto.

¿Cómo están siendo estos primeros días?

En realidad llevo un mes entrenando con ellos, igual incluso más. La realidad es que llevamos hablando desde verano, aunque por situaciones personales y profesionales no he podido ayudar hasta este momento. Pero desde esas primeras conversaciones siempre lo tenía en mente. Ya conocía el equipo y llevaba algo de tiempo entrenando, pero esque vengo de ocho meses sin hacer absolutamente nada, con lo cual nos hemos dado un poco de margen y voy poco a poco. 

El pasado domingo debutó con su nuevo equipo, ¿cómo se vio? 

Un poco fuera de forma y muy cansado, la verdad. Pero, dentro de lo que cabe, con optimismo, porque creo que eso se coge con el tiempo. Es verdad que, pensando en poder ayudar en una hipotética fase de ascenso, necesito un poco de rodaje, conocer a mis compañeros, meterme en la competición… Veo que tengo tiempo de sobra para ponerme a punto.

Necesito un poco de rodaje, conocer a mis compañeros, meterme en la competición...

Y al equipo, ¿cómo lo ve?

Creo que es una plantilla con mucha calidad. Ya llevo tiempo con ellos y conozco a la mayoría personalmente. Además, muchos vienen a entrenar a AIT desde que abrimos y anteriormente teníamos relación personal. De hecho, otra de las cosas que me ha motivado a venir ha sido el ayudar a un proyecto en el que conozco a la mayoría de los jugadores y con los que comparto amistad. 

¿Por qué ha decidido volver a jugar a un club en Navarra?

Porque tengo aquí AIT y tengo que estar mucho tiempo. Cuando me retiré estuve en un trabajo en Netflix hasta enero de este año, con lo cual tenía que ir a Madrid dos veces por semana. Además, en junio me lesioné del pie, así que, hasta diciembre o enero era imposible empezar. Cuando acabé lo de Netflix y demás ya me metí en dinámica con el equipo.

Esta decisión de volver le saca del retiro, ¿qué le llevo a querer dejar el baloncesto profesional en mayo?

Principalmente, aunque ya ves que el momento está cerca, el motivo ha sido AIT. El baloncesto, como jugador, deja de ser una prioridad absoluta para ti, porque estás empezando un proyecto nuevo personal. Además, me faltaba mucho tiempo. Intenté jugar en Logroño, porque estaba cerca y podía tratar de compaginar las dos cosas, pero físicamente no se podía, era muy sacrificado. Me levantaba a las siete, iba a entrenar tres horas con el equipo, luego venía a Pamplona, entrenaba con chavales durante toda la tarde y venía a cerrar a las once y media. No tenía tregua. Llegó un momento en el que no me daba más. No terminaba de disfrutar y yo solo jugaba por disfrutar, y sabía que eso no iba a cambiar. 

En Logroño llegó un momento en el que no me daba y dejé de disfrutar

¿Cómo fueron esos momentos posteriores a la retirada?

Fue muy ajetreado, no he tenido el típico retiro que tiene todo el mundo con tres o cuatro meses en casa para pensar qué hacer, que por otro lado lo agradezco. Pero sí que es verdad que de junio a septiembre fue una locura con lo de Netflix, porque entré a un sitio nuevo con gente nueva… Y lo compaginaba con AIT, dos proyectos muy demandantes. A partir de septiembre, que empezó el rodaje de la serie, estaba ya todo mucho más rodado y todo me resultó más fácil. Además, en AIT tengo constante contacto con el balón, enseño a los chavales cosas que he aprendido… Así que esa parte del juego la he tenido presente.

Luego empiezan las conversaciones con el Castillo de Gorráiz Valle de Egüés, ¿qué le lleva a tomar esta decisión de volver a jugar?

Primero, que quedan pocos partidos, no me podía comprometer para una temporada larga entera, principalmente, porque no tengo disponibilidad. Luego porque conozco a muchos de ellos y es un equipo de Pamplona que quiere ascender, lo cual es otra cosa que me motiva. También ha influido que ellos van bien, si fueran cuartos o quintos no le vería el sentido.

Llega como uno de los jugadores con más experiencia en este equipo, ¿ha asumido un papel de veterano en el vestuario?

No suelo ser una persona que hable demasiado, además, creo que ellos tienen ya una jerarquía montada dentro del equipo y yo vengo a aportar mi grano de arena. En el momento en el que crea que tengo que dar una opinión sobre algo porque crea que es mejor para el equipo, lo haré. No me gusta ser muy intervencionista ni decirle a la gente lo que tiene que hacer, porque no me gusta que a mí me lo digan. Sí que, a los chavales jóvenes, les intento dar algún consejo.  

Este nuevo reto profesional, ¿qué le supone?

Es diferente, es un reto en una liga menos exigente físicamente que una ACB, así que creo que puedo ayudar. Y a nivel personal es echar una mano hasta donde pueda llegar, ayudar a que vuelva a haber un equipo navarro en LEB Plata, que es bueno para todos. Para que haya afición, para que los chavales tengan referentes, para que se pueda ver baloncesto de calidad en Pamplona… Es una pena que desapareciera Basket Navarra, pero ojalá este equipo pueda estar pronto en LEB Oro y, por qué no, en ACB. 

¿Cómo ve el nivel del baloncesto navarro en estos momentos? 

Por lo menos hay equipos. Aunque a mí me gustaría que hubiera proyectos sólidos que perduraran 20, 30 o más años. El problema del baloncesto en Navarra yo creo que es que no termina de haber proyectos sostenibles económicamente para una larga duración, para que no aparezcan y desaparezcan.

Uno de esos proyectos es el Castillo de Gorráiz Valle de Egüés, ¿cómo ve al equipo de cara al objetivo del ascenso? 

Muy complicado por mucho que el equipo vaya primero, en una fase puede pasar cualquier cosa, van los mejores de cada grupo. Es un objetivo súper ambicioso y muy difícil de conseguir, aunque sea un equipazo y haya perdido pocos partidos. Habrá que ir a sufrir y a hacerlo lo mejor posible, sabiendo que el objetivo es muy ambicioso. 

El ascenso es un objetivo ambicioso y muy complicado

Dentro de ese objetivo, ¿qué cree que puede aportar al equipo como jugador?

Creo que puedo aportar mi grano de experiencia, mi manera de jugar, de hacer mejores a mis compañeros… He sido un jugador que juega muy bien el pick&roll y el bloqueo directo, facilitar un poco el trabajo para los demás y generar yo para mí mismo. Me centro en esa doble faceta. También algo de tiro exterior, aunque el otro día no metí ni una. 

Y, físicamente, ¿cómo llega?

Pues llego justo, la verdad. Quedan dos meses por delante, lo que me da ya algo de tranquilidad, porque no me veo preparado al 100%, o como me gustaría estar. Pero parto de un mínimo que puede ser suficiente para ir construyendo en estos meses y llegar bien a la fase.

Y, ¿mentalmente?

Llego muy bien. El año pasado tenía momentos en Logroño en los que no me apetecía estar allí, no por nada, si no porque no le veía el sentido a seguir sufriendo en una pista. Eso no me está pasando y lo agradezco, estoy disfrutando de la parte buena del deporte profesional. La parte mala, que es el estar cansado, la estoy llevando mejor. 

¿Llega con algo de presión?

No, porque no me he puesto encima ninguna presión de hacer nada especial. Simplemente vengo a aportar un poco lo que pueda, siendo muy exigente conmigo mismo y consciente de que voy a dar lo mejor de mí, no vengo a pasear ni mucho menos. Pero tampoco me pongo una presión de tener que ser un referente en el equipo. 

Soy consciente de que voy a dar lo mejor de mí, no vengo a pasear ni mucho menos.

Otro de sus proyectos es el AITSport Center, ¿cómo nació esa idea?

Nosotros siempre lo habíamos tenido en la cabeza, sabíamos que hacía falta una instalación para que la gente viniera a entrenar. Fuimos mirando naves industriales y, que cuadre todo es muy complicado, pero se terminó dando y sabíamos que había que tirar hacia adelante. Era la única oportunidad que íbamos a tener de hacerlo, porque se dieron todos los condicionantes a la vez. 

¿Cómo ve su futuro a corto plazo?

Me veo metido aquí en AIT, ayudando a los chavales que vengan a entrenar. También quiero mejorar como entrenador y tratar de involucrar una cultura de entrenamiento diferente a la que hay aquí. Lo que llegue de fuera llegará, pero iré viendo posibilidades. A medio largo plazo también quiero disfrutar de lo que no he podido durante mi carrera profesional. Poder disfrutar de fines de semana, de vacaciones, de mi novia, de mis padres… Con AIT y eso me conformo. 

Muchos de los que entrenan en AIT son promesas del baloncesto navarro, ¿qué nombres le llaman la atención?

Hay muchos, es verdad que a Ander Urdiain le veo mucho recorrido y tiene lo que necesita un jugador para ir hacia arriba. Creo que la LEB Plata se le queda muy corta, yo he jugado con jugadores en ACB peores que él. Luego hay muchos chavales que tienen muchas ganas, como Pau Elso, que se lo curra muchísimo. Luego en el femenino están Elena Álvarez y Andrea Elso que se lo quieren tomar realmente enserio.