pamplona. Este burladés de 42 años (1-12-1969), el cuarto de seis hermanos, ha regresado a España después de un periplo de tres años en Dinamarca, y es el jugador más veterano de la Asobal en las filas del Quabit Guadalajara. Garralda presume de gen navarro, es cercano en el trato, habla con franqueza y demuestra que sus inquietudes van mucho más allá del balonmano.
Si no se hubiera dedicado al balonmano, ¿qué habría hecho?
Me hubiera enganchado a algún otro deporte, con más o menos éxito. Mi carácter es de corre, salta, mueve, tira, desgasta... tengo que soltar todo lo que llevo dentro, porque si no igual exploto.
¿Ahora sigue igual de movido o con la edad se ha tranquilizado?
Con la edad me gusta más el sofá. Pero todo lo que sean nuevos retos o cambiar de ciudad, si está relacionado con el balonmano, no me cuesta. Tuve ofertas de jugador-entrenador en Noruega y Austria, y si llegan a ser solo de entrenador hubiera ido sin problemas. Tengo una mentalidad abierta y me gusta conocer otros países, diferentes maneras de pensar y culturas.
Parece que su experiencia en Dinamarca ha sido buena
Mucho. Hacen las cosas y emplean la psicología de modo diferente, y eso enriquece. Hay cosas a las que les ves más sentido que otras, pero todas las ideas nuevas merecen al menos un tiempo de reflexión para ver si pueden ser válidas para ti.
¿Los caráctereres son muy diferentes?
Sí. Te das cuenta cuando estudias el idioma. El no es un no muy bueno, no podría ser... El tienes que es un podrías... Funcionan con sugerencias. Una negativa sugiriendo que puedes hacer otra cosa, o una obligación en tono de súplica. Y la táctica allí es muy cerrada. Aquí se le dice a un jugador que debe saber improvisar. Ellos no improvisan nunca, siguen la táctica a rajatabla.
¿Los daneses son más cabezones que los navarros?
No, porque además nosotros metemos la raza dentro. Los navarros somos cabezones, decimos cómo son las cosas y vamos de frente.
¿Esa "cabezonería" le ha traído más alegrías o disgustos?
Un poco de todo. Ahora, por suerte, al regresar de Dinamarca, no tengo ningún problema con gente con la que podía tener disputas. Más que por ser o dejar de ser cabezón, por mi carácter. Con Juan de Dios tuve disputas fortísimas y estuve hablando hace poco con él tranquilamente. Con Valero exactamente igual. Con el paso del tiempo la gente reconoce que por lo menos intentase ir siempre de frente, a pesar de que por mi carácter a veces no lo hicieria de la mejor manera. Se trata de ser lo suficientemente noble y que sepan que has ido de frente.
Cambiando de tema, ¿cómo se sintió cuando le pidieron lanzar el chupinazo de Burlada?
Me lo propuso el alcalde y le dije que sí, que encantado. Lo que no sabía era que me iba a poner tan nervioso. En las reuniones que tuve con él, de cómo iba a hacer las cosas y que había que decir, estaba totalmente relajado. Pero diez minutos antes de tirar el chupinazo me empecé a poner muy nervioso: ¡Ay dios mío, la que puedo liar, dónde me he metido! Estaba haciendo algo que no domino, que no había hecho nunca, con una responsabilidad... El que no se ponga nervioso en una tesitura así, olé sus narices.
¿Cómo hace para seguir en activo con 42 años?
Lo principal es que mi pasión me puede, y me llena muchísimo. Soy un privilegiado por seguir jugando a balonmano a los 42 años, y además en España. Gran parte de que pueda estar jugando se la debo a grandes médicos y preparadores físicos que he tenido la suerte de tener cerca.
Dice que es de sofá... ¿le gusta ver deportes en televisión?
Me gusta el fútbol americano, el baloncesto NBA y español y el tenis si juega Nadal. No veo mucho fútbol, pero si hay un buen partido, sí.
¿Sigue a Osasuna?
Siempre estoy pendiente del resultado en el ordenador, actualizando cada dos por tres para ver cómo va. Es el equipo de mi tierra y lo sigo.
¿Estará peleando ahí arriba a final de temporada?
Ojalá. Yo espero que sí, pero hay tanta igualdad en esa franja de la tabla que tienes que hilar muy fino para poder estar ahí. De todos modos, a los de casa se les puede perdonar que estén un poco más abajo, sin ningún problema.
No vendría mal una pequeña alegría después de los últimos años.
La verdad es que no estaría mal que por lo menos podamos estar relajados a falta de ocho jornadas.
Dicen que le gusta la cocina.
Sí, porque me relaja. Partir cebollas, picar ajo, cortar en juliana el puerro, estar pendiente de que no se pase la comida... lo que sea. Me evade, me distrae. En vuestro periódico decís eso de eres lo que lees, pero también eres lo que comes. La alimentación es tremendamente importante, e intento que no sea monótona, con la mayor variedad posible. En casa cocino siempre.
¿Ha cocinado estas navidades?
En Nochevieja cociné para toda la familia, y éramos más de 20. Hice merluza al horno con una salsa.
¿Tiene algún plato estrella?
Ninguno en concreto. Me encanta el pescado al horno, con sus verduritas o un sofrito. Y la carne, como dice un amigo, si es buena lo difícil es estropearla. Con los amigos funciona cualquier cosa, se comen lo que sea. Es más difícil quedar bien con las hermanas, que cocinan bien, o con el padre o la madre. A los amigos les das una hamburguesa de lo que sea y listo, y si les pones patatas panadera ya ni te cuento. Funciona hasta con patatas de bolsa. Pero intento variar. Si cocino para los amigos me gusta hacer algo que no domino para forzarme a hacer cosas nuevas.
¿Comía igual de bien cuando estaba en Dinamarca?
Hay una diferencia clara, y es que cuando hablamos de verduras tenenos que darnos cuenta de que estamos en Navarra. Sales de aquí, vas al norte de Europa y no hay comparación. También me esperaba más variedad de pescado, y tienen justito a pesar de ser zona costera. La legumbre tampoco se puede comparar. Lo que sí tienen es carne de mucha calidad, venado congelado, jabalí congelado... Aquí te tienes que mover relativamente para encontrar caza y allí la encuentras fácil. No tiene nada que ver con la dieta mediterránea, la variedad de platos, el género fresco... Al danés, cuando viaja aquí, le pones una ensalada con aceite virgen extra y se la come a cucharadas diciendo qué rico. Entonces tú le dices: ¿Pero dónde te crees que estás?
¿Cómo aprendió a cocinar?
Cuando fiché por el Atlético pasé de una residencia a un pisito de 33 metros cuadrados en Madrid. Enfrente vivía Ricardo Marín con su mujer. Yo iba al mercado, compraba lo que pensaba que tenía que comer e iba a su piso a preguntar. ¿Cómo se hace el pescado? ¿Y la pasta? ¿Y el arroz? Luego vi la cocina de Arguiñano y dije: "Este va a ser el que me salve el menú".
También le gusta la lectura
Suelo leer novela histórica y biografías bien documentadas. Lo último que he leído son Las legiones malditas, de Santiago Posteguillo. Cogí el hábito gracias a Eugeni Serrano. Entonces yo empezaba en la selección, y le veía todo el día leyendo. Yo decía: "Joder, este es muy buen jugador y está todo el día leyendo, si hago yo lo mismo también seré buen jugador". Al principio leía libros de humor, luego a Herman Hesse... Y ahora novela histórica y un poco de todo.
Hablemos de un tema actual: ¿Qué opinión le merece la imputación de su excompañero Iñaki Urdangarín?
Una cosa es la noticia reciente, imputación incluida, y otra la que ya se venía publicando en medios digitales hace años, que se quedó ahí. Yo intento mirarlo con distancia. Una cosa es Iñaki como compañero. Cuando me rompí por segunda vez los cruzados, estuve unos días en casa de su hermana, donde también vivía él. Me dio el mando de la tele, un hueco en el sofá, una habitación... me cuidaron muy bien durante unos días. Por eso, una cosa es Iñaki el compañero, el de la residencia Blume con el que compartía habitación, y otra cosa es lo que ha salido ahora. Como dice mi padre, a lo hecho pecho. Hay que darle pocas vueltas. Cuando uno mete la pata, tiene que pagar por meter la pata. Y ya está.
Le habrá sorprendido la noticia...
No me he parado a pensarlo, porque entonces tienes que analizar a la persona. Podemos hacer conjeturas: Lo ha hecho por avaricia, porque se creía intocable... pero solo él lo sabe. Sorprenderme implica que me pare a analizar si era de una o de otra manera, y no tiene sentido. El ser humano es capaz de lo mejor y lo peor. Prácticamente dodo el mundo, excepto personas como Gandhi o la madre Teresa de Calcuta, que solo eran capaces de dar lo mejor y lo extraordinariamente superior. El resto somos mortales.
Mediáticamente, ¿este escándalo está al nivel de su boda?
Yo creo que lo está superando, aunque por ahí andará. En ese momento cumplimos como equipo, porque hubo muchas tentaciones por parte de medios de comunicación para que contáramos cosas que no teníamos por qué contar. Nos trastocó muchísimo. Éramos un equipo que estaba consiguiendo éxitos, y tuvimos que hacer un grandísimo esfuerzo para contrarrestar el hecho de que invadieran nuestro espacio. Allí donde jugaba Iñaki, medio campo lo llenaba él, y atraía al 90% de los medios. Algunos fueron muy poco considerados. Tuvimos que hacer un sobreesfuerzo de concentración para centrarnos. Un compañero de equipo, un amigo, se casa con la Infanta. Pues olé por él, adelante, disfrútalo, sé muy feliz y ten muchos hijos -que eso ya lo está cumpliendo- pero oye, mi vida y mi trabajo se quedan al margen. Yo me quiero quedar tranquilo.
Con semejante crisis, no parece el mejor momento para que se destape una estafa al erario público...
Desde luego que no. Cuando las cosas han ido relativamente bien en este país, aunque ha habido situaciones de fraude o tráfico de influencias, el ciudadano lo dejaba pasar con más facilidad. Pero que se destape una cosa así en la situación en la que estamos, con más de cinco millones de parados, infinidad de familias en la que ningún miembro trabaja y otros viviendo con 400 euros, es diferente. La situación es muy grave. Ojo, no digo que haya que hacerlo en tiempos de bonanza, pero cuando uno está ahogado, evidentemente estas cosas duelen muchísimo más.
Otro excompañero, en este caso Xabier Mikel Errekondo, también ha salido en los medios como portavoz de Amaiur en el Congreso
(Ríe) Es que los del balonmano estamos de moda. Xabier Mikel, con sus ideas y su manera de ser, era y seguro que sigue siendo una persona completamente respetuosa con el pensamiento del resto. Podías discutir planteamientos contrarios a los suyos sin ningún problema. Él te intentaba llevar a su campo y tú al tuyo, pero siempre muy bien. La convivencia con Xabier Mikel era excepcional. Era un encanto y colaboraba en el vestuario. Ahora ha tomado una deriva política en su vida, y espero que le vaya muy bien. No comulgo con muchos de sus planteamientos, pero como persona sí comulgo con él. Es un gran tío.
¿A usted le interesa la política?
Sí, pero no porque tenga aspiraciones políticas, porque creo que no valgo para eso, sino por cómo la política es capaz de darle la vuelta a cualquier planteamiento y seguir con la cabeza alta. Esa capacidad de manipulación de la clase política me parece asombrosa. En ese aspecto estamos en un país de futboleros. El que es de derechas es de derechas y viceversa. Estamos divididos entre el Madrid y el Barça, y eso muchas veces nos hace no ver la virtud o la realidad del de enfrente.
¿Saldremos de ésta?
Salimos seguro. Nuestro pensamiento tiene que ser ese. Yo estoy convencido, aunque no sé cuánto tardaremos. Y saldremos a regañadientes, como es lógico. Hay que ver de dónde viene la crisis, quién la crea y cómo la crea. Debería pagarla el que la hace, pero no va a ser así. La vamos a pagar los ciudadanos, y con mucha dureza. Ahora mismo estamos todos acongojados y vamos a hacer lo que haga falta para salir. Nos van a apretar por todos lados. Lo vamos asimilando con mayor tolerancia, pero es triste que los culpables no paguen. Si al menos pagaran una parte el ciudadano se sentiría más aliviado con las mismas medias que se han aplicado. Pensaría: bueno, yo estoy poniendo de mi parte, pero el que la ha hecho también. Todos lo tomarían con mayor compresión, pero no soy optimista en ese aspecto.