HELVETIA ANAITASUNA 26

CUENCA 24


Helvetia Anaitasuna (13+13) Juan Bar (portero), Bazán (3), Edu Fernández (2), Ganuza (5), Aitor Albizu (2), Marco Moreno y Kisselev –siete inicial–. También jugaron Iñaki Martínez (portero), Gastón (1), Martinovic (1), Torriko (2,1p), Redondo (4,1p), Aitor García (1), Elustondo (5) y Bonanno.

Rebi BM Cuenca (16+12) Espinha (portero), Sergi Mach (4), Pozzer (3), Hackbarth (5,1p), Tavares (2), Simonet (1) y Pizarro (2) –siete inicial–. También jugaron David Mach (portero), Rubén Río (6), Juanjo Fernández, Diego Vera, Arnau Fernández, Sergio López (1) y Teixeira. 

Marcador cada cinco minutos 2-3, 3-5, 5-7, 8-10, 10-13, 13-16 (descanso); 18-17, 20-18, 21-21, 23-21, 23-22 y 26-24 (final).

Árbitros Raúl Escoda Pérez y Oriol nÁlvarez Boixaderas (Catalunya). Por los locales, exclueron a Bazán y a Aitor García, y descalificaron con roja directa a Oleg Kisselev (m.11); por los visitantes, mostraron dos minutos a Tavares, Pizarro (2), Teixeira, Pozzer y Simonet.

Pabellón Anaitasuna. 890 espectadores. Antes del partido se hizo un reconocimiento a los jugadores y a las jugadoras del club que participaron en el CESA de Catalunya. 


Con nervios, tensión y sufrimiento hasta el final, el Helvetia Anaitasuna inició este domingo de la mejor forma posible la segunda vuelta de la Liga Asobal al ganar por 26-24 a un duro e intenso rival, el Rebi BM Cuenca, que llevó la voz cantante en la primera parte, pero que acabó sucumbiendo tras el descanso gracias a la mejoría defensiva y bajo los palos del equipo navarro. Un triunfo coral, trabajado y bien hilvanado, que además de dos puntos extraordinarios dejó la mejor de las noticias: la vuelta a la competición oficial de Ander Torriko, después de casi tres años lesionado por culpa de las tres roturas de cruzado en su rodilla derecha.

Además del regreso a las pistas del central guipuzcoano –que estuvo acompañado en la grada por unas 60 personas de Zumaia entre familiares y amigos–, el partido contaba con otros alicientes, como ver de nuevo con la camiseta de Anaitasuna a su nuevo fichaje, Oleg Kisselev. Aunque lo que se dice ver, se le vio poco. A los once minutos, el lateral cántabro, que hasta entonces había actuado en labores defensivas, fue descalificado con roja directa por los árbitros tras una acción sobre Hackbarth. El Helvetia ya tenía sobre la mesa el primer contratiempo, con 4-5 en el marcador, y ahora tocaba recomponer la situación y afrontar el partido –que ya contaba con la baja de Ernesto Goñi– con otra estrategia.

Julen Elustondo brilló ante el Cuenca y fue elegido MVP del partido. Patxi Cascante

Al equipo de Quique Domínguez le estaba costando entrar en el choque, la defensa no acompañaba y faltaba ritmo y fluidez en el ataque, donde bazas como Edu Fernández no estaban teniendo su día. Tampoco Juan Bar se mostraba atinado bajo los palos y su sustitución por Iñaki Martínez no mejoró las cosas.

En medio de este panorama, Pizarro amplió la renta a tres para el Cuenca (7-10, m.18) y poco después, en el m.21, Torriko hacía su entrada estelar en la pista y se estrenaba con un gol de rosca, marca de la casa, que ponía 9-13. El Helvetia parecía revivir y un 3/0 de parcial obligó a Lidio Jiménez a pedir tiempo muerto. Tras un intercambio de tantos, el partido se iba al descanso con un esperanzador 13-16.

El Helvetia intensificó su defensa en la segunda mitad y eso tuvo su reflejo también en la portería, donde Juan Bar comenzó a sacar la calidad que atesora. Edu Fernández –ahora sí– igualó el choque (16-16, m.34) y poco después el discreto pero siempre eficaz Julen Elustondo ponía por primera vez por delante a los suyos (18-17).

El Cuenca no aflojaba, asediaba con dureza y determinación en cuanto podía la meta navarra y Rubén Río con sus trallazos mantenía vivo a los conquenses, que en el m.37 veían cómo se llevaban en camilla a su portero David Mach tras lesionarse mientras se estiraba durante el propio partido.

El buen hacer defensivo que exhibía el Helvetia se traducía, esta vez sí, en gol. Albizu, Ganuza y Redondo conectaban a la perfección y con su velocidad convertían las contras en dianas.

Con todo, el partido entró en un bucle de imprecisiones y fallos por parte de ambos equipos que ralentizaron el marcador, hasta que Redondo lo reactivó a falta de tres minutos (24-22). Quedaba muy poco tiempo para el final, la ventaja era local, pero iba a pasar de todo. Literalmente.

Tras el gol del extremo navarro, Nacho Pizarro vio los dos minutos. Pese a estar con uno menos, Cuenca logró acortar por medio de Pablo Simonet, poniendo así un peligroso 24-23. Era ya el m.58 y acto seguido los de Lidio Jiménez perdían también por exclusión a Pozzer. No sería el último. Anaitasuna, en superioridad, supo amarrar el 25-23, antes de que su rival se viera con sólo cuatro jugadores sobre la pista, tras la exclusión de Simonet. La tercera en apenas dos minutos.

Aunque Rubén Río, ya con uno más, colocó el 25-24 con su tiro exterior, un motidavísimo Ganuza acabó por sentenciar con un nuevo gol. Los navarros sufrían, pero acababan ganando y sumando los dos primeros puntos del año. 

QUIQUE DOMÍNGUEZ: "HEMOS SABIDO COMPETIR BIEN"


Quique Domínguez reconocía tras el partido que su equipo no había estado a su “mejor nivel”, pero que aun así “hemos sabido competir bien, sufrir y esperar nuestro momento”. “Son dos puntos valiosos ante un rival, como siempre, duro e intenso”, analizaba. El técnico del Helvetia valoraba un primer tiempo en el que “no estuvimos cómodos ni encontramos nuestro ritmo, ni de balón ni de transiciones” y además “en defensa nos costaba mucho”. El técnico del Helvetia alababa a un Cuenca “que nos ha superado”. Sin embargo, el equipo llegó al descanso “vivo y con opciones” y en la segunda parte “hemos mejorado mucho en defensa”, faceta complementada con “la ayuda de Juan Bar en la portería”, que “nos ha dado confianza y solidez”. “Hemos podido correr más y encontrar en nuestras transiciones esos goles que tanto echábamos de menos en la primera parte”, resaltaba Quique Domínguez.