HELVETIA ANAITASUNA 28
VIVEROS HEROL NAVA 27
Helvetia Anaitasuna (15+13) Cancio (portero), Ganuza (4), Alonso Moreno (3, 2p), Pereiro (3), Aitor García (5), Redondo (1p) y Pablo Itoiz (1) –siete inicial–. También jugaron Dani Santamaría (portero), Xavi González (3, 1p), Ortiz, Albizu (3), Kisselev (1), Castro, Elustondo, Marco Moreno (3) y Zungri (1).
Viveros Herol BM Nava (16+11) Luis de Vega (portero), Isaías Guardiola (3), Daniel Pérez (3p), Nevado (6), Ahumada (2), Bonanno (1) y Herranz –siete inicial–. También jugaron Lamariano (portero), Méndez (4), Robledo, Carró (2), Tioumentsev (1), Nolasco (2), Marugán (1) y Luisfe (2).
Marcador cada cinco minutos 2-2, 6-6, 9-8, 11-10, 14-13 y 15-16 (descanso); 17-19, 20-21, 23-22, 25-23, 27-25 y 28-27 (final).
Árbitros Ignacio García Serradilla y Andreu Marín Lorente (Catalunya). Excluyeron por los locales a Aitor García y a Martín Ganuza; y por los visitantes a Carró, Nevado y Luisfe.
Pabellón Anaitasuna. Unos 700 espectadores. Antes del partido, se guardó un minuto de silencio por los socios fallecidos el curso pasado.
Con tensión hasta el final, mirando de reojo el tiempo y encomendándose a una prodigiosa parada de Dani Santamaría, el Helvetia Anaitasuna superó con nota este domingo la primera gran prueba de la temporada y venció por un ajustado 28-27 al Viveros Herol BM Nava, un equipo de enorme calidad y jugadores de renombre, pero que se vio superado por la intensidad e ímpetu de una jovencísima plantilla que desplegó toda su energía sobre la pista.
El partido vino a corroborar lo que ya se intuía, que iba a ser un duelo de máxima igualdad –como se prevé la mayoría en esta Liga Asobal– y cuyos desenlaces van a infartar a más de uno. Y eso que los navarros tuvieron en su mano una considerable renta de cuatro goles cuando faltaban menos de diez minutos para el final que no pudieron retener por diversos errores, si bien estuvieron ávidos para que el triunfo no se escapara.
Regresaba a su casa Nico Bonanno, quien se convertía en pieza clave de la defensa navera mano a mano con Isaías Guardiola. Otro exjugador de Anaitasuna, Borja Méndez, se convertía en la pesadilla en ataque de un Anaitasuna que mantenía a la perfección el pulso con su rival. Salían airosos los de Quique Domínguez de la exclusión del capitán Aitor García y se encomendaban a Cancio –que regresaba con nota tras su grave lesión– y a una desconocida defensa, con Pablo Castro y Oleg Kisselev por momentos como baluartes, para evitar que los segovianos despegaran. Marco Moreno puso en el m.20 la primera gran diferencia favorable al Helvetia (12-10), lo que obligó a Álvaro Senovilla a parar el tiempo. Nolasco y Marugán metían a los suyos de nuevo en el partido, si bien el conjunto navarro aprovechaba la exclusión de Carró para volver a abrir renta. El 15-13 de Ganuza (m.26) así lo demuestra. Un gol que los árbitros, tras dudarlo, dieron por válido gracias a la deportividad del meta Yeray Lamariano, quien confirmó que el balón había entrado. Con todo, el Nava reaccionó y se fue al descanso con un 15-16 favorable.
En la segunda mitad, el nuevo cancerbero Dani Santamaría suplía a Cancio bajo los palos. El equilibrio de fuerzas se mantenía, con un Nava que se beneficiaba de las buenas paradas de Lamariano. Pero Santamaría comenzó a entonarse mediado el segundo tiempo y protagonizó cuatro intervenciones seguidas que, unidas a una defensa aguerrida y a los goles de Alonso Moreno, Pereiro, Ganuza y Aitor García, hizo que el Helvetia firmase un 4/1 de parcial, teniendo ocho minutos a su rival sin marcar, y se pusiera cuatro goles arriba (27-23, m.52).
Nevado y Daniel Pérez acortaron, y los de Domínguez no supieron sacarle partido a la exclusión de Luisfe en el m.54 que les podía haber puesto a tres. La vaselina desde el extremo de Ganuza era el 28-26, si bien Carró ponía los nervios en la grada con su gol (28-27, m.58). Tras unos pasos de Albizu y fallos de lanzamiento por ambas partes, el Nava tuvo la posesión para empatar. Pero se estrelló contra Santamaría, con una parada que valía los dos primeros puntos.