madrid. El ex ciclista catalán Miguel Poblet, primero en enfundarse el maillot amarillo del Tour de Francia, en la edición de 1955, y el primero en ganar la Milán-San Remo, falleció ayer en Barcelona a los 85 años debido a una insuficiencia renal.

Considerado como el mejor ciclista catalán de todos los tiempos y uno de los pioneros de este deporte en España, Poblet empezó a competir en 1944, cuando con apenas 16 años logró una licencia federativa, y lo hizo a lo largo de casi dos décadas, hasta 1962. Una pasión que le llegó desde la cuna, pasó su infancia entre pedales y manillares. Su padre, Enric, poseía una tienda de bicicletas en su localidad natal, Montcada.

Revolucionario e innovador en su técnica, este esprintador se convirtió en leyenda a partir de mediados de los cincuenta, no solo entre los aficionados locales, sino en el extranjero. En 1955 se convirtió en el primer corredor español en enfundarse el maillot amarillo del Tour y, al año siguiente, fue el primer ciclista en sumar victorias de etapa en las tres grandes rondas, el Tour, el Giro a Italia y La Vuelta. Un palmarés en el que acumuló 62 victorias en total y en cuyas vitrinas destacan también dos Voltes a Catalunya, tres campeonatos de España de Montaña, siete campeonatos de España de Velocidad y siete de España por Regiones, así como veinte victorias de etapa en el Giro, tres en el Tour y tres en La Vuelta a España. Pero si algo encandilaba a Poblet eran las clásicas. Destacó especialmente en la prueba Milán-San Remo, que conquistó en dos ocasiones, en 1957 y 1959, siendo el primer español en lograrlo y ganándose la admiración de los seguidores italianos. De aquellas carreras quedan en el recuerdo sus duelos contra Van Steenbergen y Van Looy, el francés Darrigade o su compatriota Bahamontes.