Durante la mañana de este sábado se ha celebrado la 33ª edición de la marcha cicloturista La Induráin con los ya habituales recorridos de 180, 100 y 60 kilómetros. Todos ellos con punto de salida y llegada en Villava.
El pentacampeón del Tour de Francia, Miguel Induráin, ha participado como cada año en la ruta más larga, aunque ha confesado que ha tenido dudas hasta el último momento: “Ni antes de empezar sabía cuál iba a hacer. Al final he elegido la 180 porque no hacía demasiado calor, si hubiese hecho algo más habría sido difícil”.
Induráin ha explicado que se ha sentido cómodo porque hubo momentos de clima fresco: “El día ha estado muy bien. Al final un poquito de calor, pero el resto fresco porque desde Belate estaba nublado y había un poquito de niebla.” Ha sido un poco después cuando el de Villava se ha decantado por la ruta de 180 kilómetros: “He cogido un grupo, he llegado a Zubiri y ahí me he decantado por la ruta larga. Eso sí, a la vuelta de Zubiri ya hacía más calor. Dependía del día y ya no estamos para sufrir mucho y ha sido ahí cuando me he decidido porque no lo tenía claro”.
Esta marcha cicloturista está para disfrutar y eso hizo Induráin, aunque tuvo un percance: “He ido en grupo y hablando tranquilo, pero he tenido un percance bajando Artesiaga porque en una curva uno me ha rozado en la rueda y se ha caído. Luego he ido hablando con la gente cuando paraba en los avituallamientos”.
Este año la marcha ha alcanzado las 1.700 inscripciones, 300 más que el año pasado, unas cifras que el también ganador de 2 Giros de Italia valoró como “muy buenas porque después de la pandemia pegó un bajón y ahora se está recuperando. La gente se está animando a este tipo de eventos y este está bien organizado. Tampoco queremos más, con 1.500 inscritos ya cubrimos gastos y con eso nos vale”.
El momento de la comida en el polideportivo de Villava es algo especial para Miguel Induráin: “Es una comida clásica de todos los años a la que vienen familia y amigos y, además, viendo la etapa del Tour de Francia”.
Sobre la recta final del Tour el pentacampeón del mismo ha hecho una breve valoración: “Pogacar tiene un poquito más que el resto, pero por ahí andan Evenepoel, Vingegaard, los españoles intentando acercarse al podio pese a que lo tienen difícil. Un Tour muy movido”.
Por otro lado, aficionados al ciclismo como Josep Santos, de Tarrasa, ha explicado que es la primera vez que ha participado, además ha venido con un amigos a hacer la ruta de 100 kilómetros “He venido con un matrimonio y hemos hecho la ruta media porque veníamos a disfrutar”. El aficionado también ha añadido que vinieron para aprovechar el fin de semana: “Llegamos el viernes y cogimos dos noches en un hotel. Después de la marcha, por la noche, iremos a cenar a un lugar que nos han recomendado”. Santos ha calificado el fin de semana como “de tutiplén”.
Sobre la marcha de 100 kilómetros Santos ha dicho que le daban igual las posiciones: “Mis amigos tiran un poco más que yo y me han esperado en algunos puntos porque no podía seguirles el ritmo. Y aún así he disfrutado porque se trata de eso”. Además, Josep Santos ha confesado que le hacía ilusión sacarse una foto con Induráin: “Voy a esperar por aquí (en la meta) porque quiero una foto con él”. Al final la consiguió dentro del polideportivo Hermanos Induráin.
Lester Fernández, ciclista del equipo KH-7 y aficionado a Miguel Induráin, también ha realizado la ruta media, en su caso es su segundo año, y ha explicado que la hace “porque pasamos por donde Miguel entrenaba y preparaba sus carreras. Por lo tanto es un lujo poder compartir esos momentos”.
Fernández ha confesado que para él “vivir La Induráin es estar en el epicentro de algo muy bonito en Navarra”.
A pesar de haber hecho la ruta media, el de KH-7 no descarta en un futuro completar la larga: “Me veo capacitado para la ruta de 180 kilómetros, pero no para hacerla en 6 horas como estos monstruos”.
Uno de los momentos más especiales para Fernández es la comida dentro del polideportivo con Induráin y el resto de participantes “porque allí se hablan de muchos detalles de la carrera y además es un momento de unión que vamos creando: unos que nos vemos aquí, otros en la Titan de Marruecos o en Almería. Al final hacemos grupo tanto en carrera como fuera de ella”.
Al igual que Induráin, el aficionado David Blanco ha realizado la ruta larga, pero con un calambre de por medio: “Iba bien hasta que en el kilómetro 100 he tenido un calambre en el cuádriceps. Desde entonces he ido sacando tiempo hasta por debajo de las piedras”. Blanco ha explicado que “he acabado fuerte porque he parado para comer y beber algo. Confíaba en poder recuperarme”. El aficionado ha añadido que “nos ha hecho calor en la primera parte de la ruta, pero luego no ha superado los veinte grados y creo que por eso me he acalambrado”.