Este jueves comienza la 62ª Vuelta a Navarra de elites y sub-23, de cuatro etapas con finales en Sangüesa, Tafalla (viernes), Itxasperri/Arakil (sábado) y Abodi (domingo).
Participan 18 equipos, entre los que están los navarros Finisher, Caja Rural, Telco-On Clima-Osés y HostalLatorre, y dos escuadras extranjeras: el Aix Provence francés y el Chemicales belga.
La etapa de este jueves, de 146 kilómetros de recorrido hasta acabar en Sangüesa, supondrá una primera toma de contacto en la carrera navarra, y está pensada en los equipos que apuestan por una llegada masiva.
Con cuatro puertos a superar, el pelotón se enfrentará a un recorrido repleto de subidas y bajadas cortas, con una clara apuesta por el sprint: “Es una etapa con tramos de subidas cortas y pensada para el sprint. Es verdad que los cuatro puertos que hay son de una dureza media-baja, por lo que es perfecta para que los equipos apuesten por el sprint”, explicaba en el día de la presentación de la Vuelta a Navarra Sergio Rodríguez, director técnico de la carrera.
El alto de Aibar será el primer escollo en el camino de los participantes. Con una longitud de 2,9 kilómetros y un desnivel de 198 metros, será el primer puerto de la carrera. El grupo de ciclistas se tendrá que enfrentar al mismo puerto en dos ocasiones, ya que tendrán que repetirlo justo antes de finalizar la etapa.
Al poco de descender, los ciclistas tendrán que remontar el alto de Cáseda, de casi 5 kilómetros de longitud y un desnivel de 228 metros.
Tras superar el segundo puerto, el pelotón se enfrentará a un tramo de la carrera donde los rodadores tendrán la oportunidad de sacar provecho de su nombre, hasta llegar a un nuevo desafío con el alto de Lerga, de 3,7 kilómetros de distancia y 182 metros de desnivel. Después, el pelotón continuará la etapa hasta retomar de nuevo el alto de Aibar, y finalizar la carrera en la ciudad navarra de Sangüesa.
Los puertos de la etapa de este jueves, a pesar de ser de una dureza “medio-baja”, serán un entrenamiento para las verdaderas pruebas a las que se tendrán que enfrentar los corredores en sus 4 días de carreras.
El viernes tendrá lugar la segunda etapa, que partirá de Pamplona y finalizará en Tafalla, donde no acaba una etapa de la Vuelta a Navarra desde el año 2019. En esta etapa se aumentará el nivel de exigencia de las pedaladas del pelotón, con un perfil más de clásica con respecto a la jornada del jueves, poniendo el foco en los puertos que tendrán que afrontar los corredores y en los posibles abanicos que se puedan formar debido al viento.