Arqueólogos egipcios han descubierto una esfinge de piedra caliza cuyo rostro aparece sonriente y presenta dos hoyuelos, y que representa al emperador romano Claudio.

La estatua se desenterró de un antiguo algibe de ladrillo rojo cubierto con pizarra, que puede datarse de la época bizantina, y que forma parte de complejo de un antiguo templo del dios Horus, que fue erigido en la era romana, al este del templo de Dandram, en la provincia de Qena.

El doctor Mamdouh Damati, ex ministro de arqueología y profesor de arqueología de la Universidad Ain Shams, calificó la estatua como "magnífica" ya que su rostro presenta rasgos reales meticulosamente representados y una ligera sonrisa en sus labios, que tienen dos hoyuelos en los extremos.

Además, hay restos de colores amarillo y rojo en su rostro, y se encontró una pintura de la época romana en jeroglífico y demótico debajo de la estatua, informó el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.