El término estafar hace referencia a cometer alguno de los delitos que se caracterizan por el lucro como fin y el engaño o abuso de confianza como medio. Una acción, por desgracia, más habitual de lo que debería.

Un concepto al que, por desgracia, se hace referencia en más ocasiones de las que gustaría. Según datos publicados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), 47,4% de los encuestados aseguraba haber sufrido una estafa o intento de estada en los últimos 12 meses. De este porcentaje, el 84,2% afirmaba "haber recibido correos electrónicos o mensajes de móvil sospechosos solicitándole información personal o financiera".

Si se pensaba que ya estaba todo inventado en lo que a estafas y engaños se refería, nada más lejos de la realidad. En este proceso hay un nuevo protagonista que entra en juego: la inteligencia artificial. Si bien esta tecnología ha llegado con fuerza por las numerosas aportaciones positivas que tiene, lo cierto es que, como ocurre en todos los contextos, hay quienes la utilizan con fines negativos.

A la unión de términos "estafa" e "Inteligencia Artificial" se le suma otro muy popular "Gmail". Una estafa que, de caer en ella, permite a los ciberdelincuentes tener el control de la cuenta de Gmail, accediendo a toda la información almacenada en la misma y al resto de cuentas que estén asociados a ese email, desde las redes sociales al banco. Por lo que no tendrían problema en suplantar la identidad para cometer fraudes y robos en su nombre.

La estafa de Gmail: el fraude que utiliza la inteligencia artificial y que puede hacer que pirateen tu cuenta

Recientemente, el experto en productos de seguridad de Microsoft y fundador de la consultora CloudJoy, Sam Mitrovic, ha advertido que los ciberdelincuentes han logrado hacerse con identificadores de llamada asociados a Gmail para parecer legítimos y ponerse en contacto con los usuarios, usando esta tecnología.

Según explica, los ciberdelincuentes han comenzado a utilizar herramientas de Inteligencia Artificial generativa de voz para engañar a los usuarios haciéndose pasar por el servicio técnico de Google. Un fraude que Mitrovic descubrió por ser objetivo de la estafa. Tal y como explica el experto, el fraude comienza al recibir una notificación para aprobar un intento de recuperación de cuenta de Gmail, pero proviene de un país en el que el usuario no reside, en su caso EEUU. Esta fue la razón por la que, según explica, rechazo la llamada.

Según relata, en menos de una hora recibió una llamada proveniente de Australia que decía ser de Google a la que tampoco hizo caso. Una semana después el experto volvió a recibir otra notificación para aprobar la recuperación de su cuenta de Gmail, también desde Estados Unidos. Tras descartarlo, volvieron a llamarle con un número australiano, pero esta vez sí que respondió. En la llamada se le comentaba que se había detectado una actividad sospechosa en su cuenta de correo electrónico y que alguien había accedido a su cuenta de Gmail y había descargado sus datos.

Acto seguido, Sam Mitrovic comprobó el número de teléfono y observó que coincidía con el número oficial de Google Australia, aun así solicitó al operador que le enviase un correo electrónico en el que se indicara la presunta incidencia registrada. Cosa que el técnico hizo también con un correo que aparentemente incluía un dominio de Google. Tras investigar por su cuenta, Mitrovic observó que en el campo 'Para' aparecía una cuenta de correo electrónico con un dominio que no pertenece a la firma 'googlemail@internalcasetracking.com'. También vio que solo él había iniciado sesión desde su perfil, lo que le puso en alerta y decidió ignorar las peticiones de este supuesto técnico.