¿QUÉ es eso de Usted perdone: Serrat?. Me preguntó Saioa , mi peque de 12 años, cuando anunciaban en el programa del Buenafuente el espacio. "Un programa de entrevistas de Javier Sardá". "¡Buff!. Me voy a leer". Está claro que la entrevista no tiene el tirón que tuvo en su momento. Y que Javier Sardá en poco tiempo ha envejecido a efectos de audiencia. Hacer un programa de entrevistas es como echarse un par de décadas a la espalda. Puede que uno esté perdiendo la perspectiva pero Saioa tenía razón: la entrevista con Serrat pudo atraparnos hace años pero el domingo fue inevitable salir corriendo a la cocina para que no te dijera el sueño cuando Manuel le explicaba a Javier sus tiempos de monaguillo. Quizás eso mismo es lo que intenta evitar Buenafuente que hizo comparecer a Eduart Punset. No queda claro si con la intención de que hablara de los secretos de la salud o para pillarle un poco el acento para sus imitaciones. Un poco antes Andreu junto con Corbacho y Berto hicieron otra entrevista a Miguel Bossé (que debe estar en plena promoción porque aparece en todas las salsas). Una entrevista para la que el trío se preparó a fondo. Corbacho se vistió de diablo para parodiar la canción de Don diablo, Berto con unas hombreras exageradas y el golpe final lo dio, cómo no, el jefe: Buenafuente se desnudo en plan Boris Izaguirre para enseñar torso desnudo y depilado, tatuajes barrocos por todos los hombros y una aceptable barriga cervecera. La entrevista, el gran género televisivo no siempre está a la altura del espectáculo. Antes lo que se pedía era un cara a cara con personajes que despertaran un interés, digamos intelectual o vital. Ahora dan miedo porque siempre aparece un famoso contando batallas o vendiéndote algo. Asustan como esas Saioas que dicen que se van a leer y resulta que luego están en el ordenador.
