TVE se deshizo de la publicidad en una decisión sin precedentes que, de vez en cuando, rompe sin dar mayores explicaciones. Lo hace al vestir de patrocinios programas publicitarios, al meter marcas de relojes caros en programas culturales tipo el Concierto de Año Nuevo. Ahora han dado un paso más y en los dos últimos partidos de la Selección de fútbol, metían los anuncios en el verde del césped como si fueran esas pantallas de publicidad que pululan en las páginas de internet. Dicen que es legal. Que en las retransmisiones deportivas pueden introducir anuncios a discreción. Lo mismo un día nos llenan todo el campo de pequeños banner y hasta le ponen un anuncio al esférico. Esto de practicar lo de “hecha la ley hecha la trampa” no sienta muy bien a la competencia (Mediaset y Atresmedia), que ven cómo disminuye su trozo del pastel publicitario. Y es que en RTVE parece que definitivamente se han lanzado a la piscina y ya no les da ningún corte meter marcas y logotipos de centros comerciales en sus programas emblemáticos. La nueva edición de Masterchef Celebrity es un ejemplo de ello. Pero aquí llama la atención esa manera de llenar la pantalla siempre con los mismos rostros. Si uno ve el casting de este programa con Boris Izaguirre, Santiago Segura o Antonia Dell’Atte..., se diría que el concepto que tienen de éxito televisivo es el del personaje manido dispuesto a defender un tipo de personalidad a costa de lo que sea. Con la de personajes interesantes que hay por descubrir en la vida, ese recurrencia a la endogamia televisiva acaba siendo insoportable. Ya no les queda más que vestir de publicidad a cada uno de sus concursantes aduciendo que, en el fondo, más que un programa de gastronomía, Masterchef es una competición deportiva en la que tienen todo el derecho a introducir publicidad donde y cuando les plazca. El mensaje del ente es claro: la ley está para sortearla. Y así nos va.
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