Un proyecto a medias entre una aventura científica a nivel global y un viaje más personal de autoconocimiento. Así podría definirse Sin límites, la serie documental en la que se ha embarcado el actor Chris Hemsworth en dos vertientes: como protagonista y como productor. La serie de National Geographic que ya puede verse en Disney+, explora cómo combatir el envejecimiento e invita a descubrir todo el potencial que tiene nuestro cuerpo para disfrutar de una buena salud.

Cada episodio (son un total de seis), muestra cómo la estrella del cine de superhéroes (Thor, Vengadores) se somete a pruebas físicas y mentales diseñadas por expertos, científicos y médicos para tratar de desentrañar aspectos relativos al proceso de envejecimiento, teniendo en cuenta la base científica y nuevas investigaciones. Cada uno de los desafíos obliga a Hemsworth a someterse a un exigente programa de preparación.

Alta exigencia

Hemsworth, quien se confiesa fascinado por la ciencia y asegura que siempre se ha cuidado a base de entrenamiento, nutrición y meditación, reconoce que le atrajo “la idea de salir de su zona de confort aunque no podía imaginarme lo que el director me tenía reservado. Nadar en el hielo, trepar la cuerda… pensé: si no salgo de esta, no hay episodio. Podría haber pasado, pero hubiera sido un poco anticlímax”. 

El director Darren Aronofsky (Cisne negro) bromea afirmando que no se le ocurrió “mejor conejillo de indias que Chris. Queríamos hacer algo sobre la ciencia de la longevidad, y cuando él se apuntó al proyecto, empezamos a desarrollar el show para él y en torno a él de muchas maneras”.

Las pruebas incluyen nadar más de 200 metros en un fiordo del ártico, escalar por una cuerda colgado de un desfiladero o un ayuno de cuatro días únicamente a base de agua.

En el primer episodio, el actor camina por una grúa que sobresale del tejado de un rascacielos como técnica para aprender a gestionar el estrés. El segundo, en el que los hermanos Hemsworth viajan a nadar en el ártico helado, quiere demostrar que las temperaturas extremas activan nuestras defensas frente a las enfermedades propias de la vejez. Cuatro días de ayuno son el centro de la tercera entrega como prueba de que si se puede soportar el hambre, eso pondrá a funcionar los poderes antienvejecimiento del cuerpo. Pruebas de fuerza y memoria protagonizan los episodios cuarto y quinto y el último de todos se reserva para la “aceptación” del proceso de envejecer como la mejor forma de combatir todos los miedos de ese devenir natural.