La asociación de amigos Gerediaga Elkartea rindió homenaje a todas las andereños que en "tiempos grises" educaron "en multicolor" y fueron llaves de la libertad sin fronteras. De este modo, las andereños Izaskun Arrue, de Araba; Libe Goñi, de Iparralde; Izaskun Gastesi, de Navarra; Karmele Esnal, de Guipúzcoa, y Begoña Aranguren, de Vizcaya, recibieron ayer las argizaiolas que reconocen el hierro de su aplomo en décadas clandestinas para jugársela por el euskera en situación de alegalidad, dando luz nueva al idioma. El amor a la lengua vasca, el recuerdo presente de aquellos duros años y todo lo entregado incondicionalmente a sus escolares recibió el aplauso de forma más emotiva que en ninguna edición anterior a cinco mujeres, al euskera y educación hechas persona. La organización homenajeó a las cinco maestras -y en su extensión a las más de mil vascas- y éstas, a su vez, a las familias. Las andereños insistieron en tender parte del "regalo" a aquellos padres y madres que arriesgaron y apostaron -"sin su trabajo tampoco hubiera sido posible el nuestro"- por que sus hijos mantuvieran las raíces autóctonas.
