Morodo Con el cuchillo afilado
Tótem Morodo comienza mañana en la sala de Atarrabia la gira de presentación de 'Rebel Action' (22.00 horas)
El músico madrileño de reggae comienza las presentaciones de Rebel Action, su nuevo disco, mañana en la Tótem (22.00 horas, 15 euros entrada anticipada y 18 en taquilla). Según dice, no es por casualidad, sino por causalidad. "Hace unos años en Sanfermines le pillamos el rollito a la ciudad y, además, por ahí arriba el disco se va a entender mejor", explica. Antes de esta cita, Morodo charla amablemente para EL CAMALEÓN.
-Se habló de enero como fecha de salida del disco y posteriormente de febrero. Parece que, finalmente, en marzo estará en las tiendas 'Rebel action'. Ha costado...
-Se ha retrasado bastante, sí. Somos nosotros mismos los que nos encargamos de toda la elaboración del disco y eso se nota. A eso se le suma que la industria está en una situación difícil y cualquier complicación nos afecta mucho. La gente del barrio me dice: "Ya te vale tío". Pero es así como se ha terciado.
-Lo que está claro es que no eres de los de disco por año: para 'Cosas que contarte' (2004) hubo que esperar tres años y a este tercer trabajo le preceden seis años de silencio discográfico.
-Yo lo que busco es pasármelo bien, si no tengo cosas que decir simplemente no las digo y espero a tener material del bueno. Esa dinámica un poco loca de disco-gira, disco-gira sin parar no va demasiado conmigo. Como comento, prefiero pasármelo bien.
-Sin embargo, estos seis años te han valido, entre otras cosas, para salir al extranjero y recorrer Europa y, sobre todo, Latinoamérica, donde has tenido una gran acogida.
-Es que en América hay mucha cultura en torno al reggae. Mientras aquí estamos aún en ciernes, allí este movimiento viene de atrás de grupos como Cultura profética, que plantaron la semilla hace ya tiempo. La diferencia entre Suramérica y España es notable en este sentido. La acogida que tuvimos en Chile, por ejemplo,
fue espectacular. Nuestro primer concierto allí fue ante unas 4.000 personas, más tarde tocamos, junto a Falsa Alarma y Tres Coronas, ante 10.000 espectadores y acabamos ofreciendo un concierto junto a Kafu Banton y Anthony B ante 16.000 personas. Nos quedamos alucinados con esta acogida. Además, tuvimos tiempo de hacer
otro tipo de conciertos más solidarios en Colombia, en beneficio de las comunidades de los guetos.
-En Chile estuvo en un bolo vuestro incluso la hija de Michelle Bachelet...
-Fue bastante curioso. Al terminar el concierto, cuando me dirigía a la zona de camerinos, en lugar de ver a mis compañeros, vi a tres adolescentes -la hija de Bachelet y dos amigas- rodeadas de guardaespaldas y militares. Venía hablando con un compañeroy ella me pidió un autógrafo. Le dije: "Son 20 pesos", sin tener ni idea de quién era y ante la atónita mirada de sus guardaespaldas. Debieron pensar: "Este peludo qué le dice a la hija de la presidenta". Fue bastante friki.
-Volviendo a 'Rebel Action', ¿qué van a encontrar tus seguidores en este tercer trabajo?
-Es un disco más serio que el anterior en lo que se refiere al temple y a la lírica, pero es 100% Morodo. A mí me recuerda a la esencia que tenía Ozmstayl. Es muy Morodo y, sobre todo, muy combativo; demasiado combativo. Al hacer un disco pierdes la perspectiva, pero todos mis amigos que lo han escuchado me han dicho que es mejor que Cosas que contarte.
-¿Tiene algo que ver con esta combatividad el hecho de haber cruzado el charco?
-Tal vez, hay temas que están hechos en estéreo: para que allí se entiendan de una forma y aquí de otra. En este trabajo juego bastante con ese doble filo del castellano para lanzar ideas a las que se les dará un sentido diferente dependiendo del lugar.
-A través de Taifa Records promocionáis nuevos grupos, sobre todo de reggae. ¿Qué nos recomiendas?
-Me gustan grupos nuevos como I Nesta, de Panama, o la Ganjahr Family, de Vigo. Hay movimiento y se escuchan cosas interesantes, quizá más de reggae que de hip-hop, un estilo del cual estoy un tanto desconectado.
-Alguna vez has comentado que también le gusta José Feliciano o Raphael...
-Y no es broma. Me gusta todo lo que tenga calidad. Raphael me parece un tío que en su tiempo se comió bastante mierda. Canciones como Quién sabe nadie son auténticos alegatos de uno que sabe lo que hay en el mundo de la música.
-Comenzó en el mundo de la música haciendo versiones de Black Sabbath o AC/DC. ¿Aún escucha este tipo de grupos?
-No es que me los ponga, pero si lo oigo me gusta saber qué es. Empecé en esto con el rock, cuando era un crío y haciendo versiones de Black Sabbath o Boston, pero luego conocí el hip hop. Del rap pasé al reggae y empecé a quedarme sólo con esa parte del ritmo. Y así hemos llegado hasta la actualidad.
-¿Es casualidad que comience la gira en Pamplona o es una decisión meditada?
-Es causalidad, siempre que hemos ido nos lo hemos pasado muy bien. Recuerdo que un año cerramos las fiestas de San Fermín, el público estaba calentito y ahí le pillamos el rollito a la ciudad (risas). Además, me parece que ahí arriba la gente va a entender antes el disco por ese espíritu un poco combativo. En el disco hay matices que evocan ese rollo reivindicativo y la intro, por ejemplo, corre a cargo de Pako Pko (Potato) y homenajea a ese viejo reggae con savia combativa.