El documental ganador de un Oscar The Cove, que explora la matanza de delfines en un pueblo de Japón, se estrenó ayer en varias salas del país asiático en medio de una encendida polémica y las protestas de grupos que lo tachan de anti-japonés. Grabado en buena parte con cámaras ocultas en el pueblo de Taiji, en la costa este de Japón, el filme llegó a las salas niponas con una semana de retraso a causa de las movilizaciones de nacionalistas radicales que se oponían a su proyección.