pamplona. Si antes de esta crisis económica resistir ya era un reto para las galerías de arte navarras, ahora la cosa se complica todavía más. Desde que sobrevino esta temporada difícil, cuatro espacios expositivos han cerrado sus puertas: Pintzel y Juan Amiano lo hicieron en junio de 2008 tras veintiocho y siete años de actividad, respectivamente, y en diciembre de ese mismo año les siguieron Reciclarte y uno2tres, después de siete y algo más de dos años de andadura en Pamplona.

De las que quedan, todas han notado el bajón en las ventas, de entre un 20 y un 30% en 2009 -y este año no está siendo mejor-. Muchas de ellas, cada vez más, resisten porque tienen negocios paralelos a la galería, y las que no necesitan de otra fuente de ingresos logran sobrevivir, además de por la lucha y el trabajo diario -algo que es una constante en todas las galerías de arte, sin excepción-, porque han traspasado fronteras y tienen su mercado fuera de Navarra y en el extranjero, donde hay países que ya se recuperan de la crisis.

fermín echauri

"No pienso cerrar, voy a resistir como sea"

La galería de arte Fermín Echauri, situada en Navas de Tolosa 13, es a día de hoy la más veterana de las que quedan en Pamplona. "Llevamos veintiséis años en este espacio, y antes en la Vuelta del Castillo, donde empecé con la galería Parque 15, la primera que trajo a la ciudad cosas conceptualmente modernas, de vanguardia", recuerda Fermín Echauri. El galerista navarro reconoce que el momento actual es difícil. "Desde luego se notan menos ventas, pero es lógico. No es que las galerías estemos en crisis, es que nuestro sistema económico de vida, en el que estamos integrados, está en crisis, y no tenemos por qué estar al margen de este problema". Aun así, considera que hay "cierto temor a adquirir arte que es algo absurdo". "El arte siempre ha ofrecido una retribución para el que lo adquiere, de cierta seguridad económica, de inversión. Pero la crisis ha impregnado todo de tristeza y de incertidumbre. Y la gente se pregunta: ¿qué va a pasar?, si compro este cuadro hoy, ¿podré venderlo en un futuro?". De momento, Echauri no ha llegado al punto de tener que plantearse cambios en la galería, que seguirá en la misma línea, y mucho menos la posibilidad de cerrar. "Pienso resistir como sea, no voy a tirar por la borda los cuarenta años que he trabajado como galerista".

moisés pérez de albéniz

"Hay que innovar fórmulas y abrir nuevas vías de mercado"

Moisés Pérez de Albéniz trabaja desde hace 14 años en Pamplona, pero su mercado está fuera de Navarra y del Estado. Y ahora más que nunca el galerista navarro considera importante acudir a ferias internacionales: "El momento es extraño, pero ahora es cuando más hay que buscar fórmulas para abrir vías de mercado, ofrecer algo nuevo". Él, por ejemplo, aprovecha la ocasión para sacar a la luz la línea de ediciones de la galería, que apenas se conoce y que presentará en octubre en la Feria Estampa de Madrid. "Es una forma de acceder al público de una manera económica. Yo soy de la opinión de que en épocas de crisis tenemos que dar más por menos", dice Pérez de Albéniz, quien apunta que desde hace dos años se ha notado un bajón en las ventas de entre el 20 y el 30%. Aunque recuerda que "el arte siempre está en crisis", sí reconoce que "en estos momentos los recortes de presupuestos de las instituciones y de los coleccionistas han hecho que se dé un paso atrás. Nosotros seguimos vendiendo, si no podría mantener la actividad, pero el momento nos obliga a movernos más, a sacar más que nunca la galería fuera de Pamplona". Este año tiene pensado ir a México, Sao Paulo y Chicago. "En Navarra hay gente que compra arte, pero echas de menos coleccionistas de los que debiera haber más. Pasa como con las instituciones; deberían tener un presupuesto mayor para apoyar el arte y la cultura, que son la única salida a la crisis. Porque la política y la economía han fracasado...", dice el galerista.

san antón

Ahora academia además de galería "para sobrevivir"

De los trece años que lleva trabajando, Michel Menéndez no recuerda un tiempo tan difícil como el que vive hoy su galería, situada en la calle San Antón. Para no verse obligado a cerrar, ha decidido tomar medidas ofreciendo en su espacio una alternativa, en este caso de formación, para los amantes del arte. "Hemos acondicionado la parte trasera de la galería, que va a ser a partir de octubre academia de dibujo, pintura y cómic. Eso nos ayudará a sobrevivir", cuenta. Para este nuevo proyecto, la galería cuenta con la colaboración de tres profesionales del arte: Albert Sesma, Dani Istúriz y Fermín Vallés. Los dos primeros impartirán los cursos de dibujo y pintura para niños y adultos (aquí con dos niveles, avanzado y para principiantes), y Vallés será el maestro del curso de cómic, un arte que cuenta cada vez con más adeptos entre públicos de todas las edades. Las clases comenzarán el 1 de octubre, y la matrícula es gratuita durante el primer año. Los interesados en informarse sobre precios y horarios pueden hacerlo en la galería personalmente o en el teléfono 948 211 197.

Además del proyecto de la academia, la Galería San Antón apuesta en este tiempo de crisis por descubrir a su público obra nueva. Así, ha empezado a trabajar con artistas experimentados, algunos muy cotizados, a los que nunca antes había expuesto. "He comprobado que en épocas difíciles funciona mejor el material nuevo, atrae a más gente y genera más ilusión. Y con la ilusión luego llegan las ventas", dice Menéndez, quien opina que llevar a su espacio obra de pintores tan cotizados como Eustaquio Segrelles o Jose Llull, presentes en su última muestra colectiva, "conlleva un riesgo, pero a mí lo que me interesa es llenar la sala de público y que la gente salga de aquí con la boca abierta".

ormolú

"Artistas que son un valor seguro ahora venden menos"

La galería Ormolú, activa desde mayo de 1999 en Paulino Caballero 42, nota la crisis sobre todo en aquellos artistas habituales de este espacio que siempre han sido un valor seguro. "Ahora venden menos, y ese es un indicador claro de que son tiempos difíciles. La clientela habitual que compra arte con un criterio sólido ha bajado, aunque sigue existiendo el cliente que compra con el corazón, que viene a ver una exposición y se queda prendado de algo. Aunque luego el bolsillo tiene que acompañar a ese impulso...", dicen las galeristas Maite Díaz y Maite Cengotitabengoa, quienes también señalan en su caso una caída en las ventas de entre el 30 y el 40% desde 2008, aunque señalan que este 2010 "la pintura se está moviendo algo más". Ormolú se mantiene porque no es únicamente galería, también taller de restauración y tienda de enmarcación. "Sin eso sería imposible mantenernos. A veces se te cae la moral al suelo al ver que, después de un mes de exposición, el artista se tiene que irse con casi toda la obra a su casa", aseguran las encargadas de esta galería, que desde el principio ha brindado un espacio a creadores locales. Como todos los galeristas, Díaz y Cengotitabengoa hacen esto porque les gusta. "Nos encanta el arte, tener relación directa con los autores... al final te involucras emocionalmente", afirman. Ellas también han querido innovar en tiempo de crisis, y han impulsado un ciclo de muestras colectivas, Los febreros de Ormolú, con un hilo conductor distinto cada mes de febrero, "para ofrecer algo especial al público".

mikel armendia

"Antes todo valía, ahora no"

Según el galerista Mikel Armendia, lo que ha cambiado la crisis es el todo vale. "Antes todo valía, toda la obra mediocre, y ahora no. Ahora se venden cosas muy concretas, importa la calidad y los precios son más moderados, más ajustados", dice. Él, que también ha sufrido un bajón en las ventas por la crisis de cerca del 25%, se mantiene viviendo exclusivamente del arte porque ha logrado hacerse un mercado fuera de la Comunidad foral. "En Navarra vemos una carencia de motivación que los propios artistas de aquí nos han transmitido. En el ámbito nacional nos defendemos, aunque la situación no es favorable y eso hace que los clientes que tienen un nivel y podían seguir comprando, no se animen. Y en el extranjero ya se va notando una recuperación, por ejemplo en Londres, donde he estado hace poco, la gente compra", cuenta Armendia, quien abrió hace cinco años su galería en la calle Curia, luego se trasladó a Monjardín y actualmente se ubica en la plaza Conde Rodezno, en el antiguo local de la galería Pintzel. De los artistas con los que trabaja, Mikel Armendia señala que están en un buen momento en cuanto a que generan interés y ventas los navarros David Rodríguez Caballero y Javier Muro, y del segundo mercado que lleva su galería, "los de siempre: Chillida, Tàpies, Miró... siguen siendo unos ases. Aunque hay muchos clientes que ya tienen obra de estos artistas y ahora se interesan por otros: Richard Serra, Julian Opie, Anish Kapoor o Damien Hirst son nombres que suenan ahora especialmente en el mercado".