Fecha: Viernes, 24 de septiembre. Lugar: Casa de Cultura de Burlata. Incidencias: Público de media de edad alta que se mostró participativo. Asistencia discreta, aunque casi aceptable. Como teloneros, abrieron velada De 2 En Blues Band.

Amedio camino entre el Burlada Blues Festival, celebrado en verano, y el Udazkena Blues, ciclo que, como su propio nombre indica, verá la luz en otoño, la recientemente constituida asociación Burlada Blues Bar saludó la entrada de dicha estación con este concierto, saldándose con un incontestable éxito desde el prisma artístico.

La velada fue abierta por los asimismo incontestables De 2 en Blues Band, banda que, ya la estábamos echando en falta en un marco como éste, no podía faltar por más tiempo en Burlata, pueblo del blues por excelencia actualmente; y así lo dieron a entender con una actuación en la que, sin hacer de menos a ninguno de sus componentes, bajo un sonido perfecto, brillaron principalmente Eskualo, creando atmósferas de rhythm and blues tan elegantes como efectivas, Patxi, haciéndoselo con su habitual solvencia ya, a la armónica, ya a la guitarra eléctrica, Mariano, responsable en buena parte del halo de musicada luminosidad que envolvió los diferentes temas ofrecidos y el legendario Miguel González, carismático vocalista encargado una vez más de poner los puntos sobre las íes desde el micro? y, desde el mismo -igualmente- el contrapunto a la labor de sus compañeros, llegando bajo la música creada por aquellos, puro showman en escena, a viajar a otras dimensiones incluso: algo que hizo ya, cantando, ya aportando cadencias de rock ferroviario a diferentes interpretaciones -pandereta en ristre-? ya, disfrutando del escenario y del hecho musical con avaricia, moviéndose sin complejos a su compás: al de unos candentes ritmos de R&B que, con coloristas vetas de por medio de puro sonido Chicago, soul, funk, swing o boogie boogie, dieron a entender que la perfección, si no a existir, puede llegar a ser posible. Y es que, como siempre que les hemos visto actuar, pese a su teórico papel de teloneros, no podemos menos que decir que suya fue en parte la noche. Y así lo entendieron los presentes, un público entendido al que los De 2 en Blues Band, de forma tan profesional como distendida, se metieron íntegramente en el bolsillo. Y acto seguido la hora de los cabezas de cartel, referencial trío de ases que, respaldado por una solvente base rítmica, tras un comienzo al que no sabemos si calificar de sorprendente, original o atropellado (toda vez que reunió dicho trío de adjetivos), tomó las riendas del concierto presto a hacer lo que de ellos se esperaba; tras dos canciones a medio camino entre la prueba de sonido y el monitoraje -en palabras de Quique-, con Lorenzo, último en hacer acto de presencia, ya sobre las tablas, rhythm and blues de altísimo octanaje.

Marcado desde el principio por distintas molestias -más que problemas- que, relacionadas con el sonido de escenario, exasperaron a Pardo (el crack argentino de las seis cuerdas no dejó de reclamar la atención del técnico durante toda la velada) el pase se centró, como suele ser habitual en las actuaciones de este tipo de coyunturales formaciones, en la interpretación de versiones de clásicos del género, presididas y orbitando las mismas en torno al lucimiento del genial guitarrista; de un José Luis Pardo que demostró ser todo un galáctico en la materia. En clave de blues, el Messi de su instrumento, siendo en parte su imagen, igualmente menuda, la que nos trajo a la memoria la de su compatriota. Y es que, calidad a espuertas, presto al remate y atento siempre al desarrollo del tema que fuese, damos fe de que fue todo un espectáculo ver a Pardo hacer diabluras con las manos sobre el mástil: como acostumbra a ser el ver a Messi hacerlas balón de por medio con los pies; hablarle al esférico con los mismos poco menos? como Pardo al público, pura palabra de blues, con las cuerdas de su guitarra. Y esto, a grandes pinceladas, dio de sí la función. En cuestión de semanas, en la peña Euskal Herria en esta ocasión, nueva cita con el blues.