pamplona. ¿Qué va a encontrar el público en "La avería"?

Una historia que arranca con la avería que sufre el coche de un viajante de comercio, que va a parar a un pueblo, a casa de un anciano y su ama de llaves, y se encuentra con que le invitan a una cena de amigos, todos de entre 75 y 90 años, y a participar en un juego que consiste en retomar sus antiguas profesiones. Yo soy un abogado, Asier Etxeandía es el fiscal, Daniel Grao es el juez, Fernando Soto es el tabernero del pueblo y Emma Suárez es el ama de llaves. Y lo que parece un juego infantil y corriente, se va transformando poco a poco...

El público entra en ese juego porque se le invita a mirarse adentro, ¿no?

Sí, quizá el público está en la posición de Alfredo Traps, el viajante. La función habla de la responsabilidad, de la vida auténtica, de que todos somos responsables de lo que hacemos y de lo que no hacemos.

¿Cómo ha sido el trabajo con Blanca Portillo?

Una delicia. Es muy difícil que una productora privada, como en este caso es Avance Producciones y Entrecajas, dé la oportunidad que se nos ha dado aquí, de estar cuatro meses ensayando, eso es casi impensable. Hemos podido investigar mucho en el cuerpo, en la voz, y ha sido muy gozoso. Blanca como directora es lo mismo que como actriz: inteligente y generosa. Y ha conseguido que estemos todos en familia.

¿Cómo ha sido meterse en la piel de una persona mucho más mayor de lo que uno es, de un anciano, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra sociedad, a diferencia de otras, acaba marginando a los mayores?

Pues eso es algo que deberíamos plantearnos seriamente los occidentales, porque hay algo que estamos haciendo mal, ahora con todo este lío de las jubilaciones... Realmente te das cuenta de que a esas edades lo que tienes es una experiencia amplísima, y eso no se puede comprar de ninguna forma. Los hombres a los que encarnamos en La avería están un poco enfadados con la sociedad por eso, porque son un gran abogado, un gran juez, un gran fiscal, y lo demuestran, porque están todavía en condiciones de hacerlo. Es una reflexión que nos ha ayudado a todos a relacionarnos con nuestros mayores desde otro sitio. A ver que es gente muy válida, con una gran experiencia de la vida y con muchísimo que aportar a esta sociedad y a cualquiera, lo que pasa es que tendemos a pensar que el abuelo está tonto, y el abuelo ha pasado por muchas cosas...

En la obra están presentes los conceptos de ley y justicia... Al hilo de esto, ¿qué opina de la "Ley Sinde"?

Pues lo que el otro día comentaba con un amigo: si nos pudiésemos descargar en casa cerveza o gasolina, estaría todo muy claro, enseguida aparecería la policía o quien fuese para prohibírtelo. Tendemos a pensar que la cultura es algo a lo que se puede acceder gratuitamente. Yo no sé legalmente qué es lo que hay que hacer, lo que sí tengo claro es que todo tiene un valor y la cultura también. Tender a pensar que no lo tiene es un flaco favor tanto para los consumidores como para la gente que vivimos de ello.

¿Cree que se está tomando conciencia colectiva al respecto?

Yo creo que no, no lo sé, porque ahora puede que se nos vea a los intérpretes como una especie de secta extraña. Creo que España, siendo un país que ha dado al mundo artistas de talla inconmensurable, como Picasso, Cervantes o Velázquez, no tiene una relación muy buena con la cultura. No cuidamos de nuestra cultura como lo pueden hacer los franceses o los ingleses, y es algo que debemos arreglar. Tampoco hay aquí industria cultural, lo que es bastante triste... Así está la cosa.