pamplona. Albert Barniol empezó a estudiar Física sin tener la Meteorología en su horizonte profesional. Algunos de sus seguidores le llaman el George Clooney del tiempo, comparación que lleva con humor.

Usted empezó con las isobaras hace más de diez años en Canal Meteo. ¿Qué situaciones especiales recuerda de esta década?

Aunque quede un poco mal… la verdad es que tengo muy mala memoria meteorológica. Tengo claras en mi mente las condiciones que dieron lugar a situaciones especiales pero, sinceramente, no recuerdo si tal situación tuvo lugar en un año concreto. Para eso tengo los libros. En todo caso, el huracán Katrina, las olas de calor de hace unos años o la famosa ciclogénesis explosiva son situaciones que recuerdo perfectamente.

En estos años han mejorado mucho los instrumentos científicos. ¿Ha perdido emoción su trabajo?

Todo lo contrario. Creo que cada vez es más emocionante porque tenemos más medios para entender mejor por qué pasan las cosas.

El tiempo dedicado a esta información en televisión ha aumentado mucho. ¿Podía imaginárselo?

En TVE somos unos afortunados. Nos dan unos 10 minutos para explicar el tiempo. Así podemos contar con el detalle necesario la previsión, lo que ha ocurrido y el porqué. Puede parecer excesivo, pero somos la televisión pública y debemos ser tan explícitos con el tiempo de Galicia como con el tiempo de Murcia, por ejemplo.

En un territorio tan extenso, ¿le consta que se producen más errores en las previsiones sobre alguna comunidades autónomas?

No, somos equitativos, acertamos y nos equivocamos sin importarnos la comunidad. Depende de la situación atmosférica. Con un frente atlántico y viento intenso, Navarra o el País Vasco son complejos de pronosticar mientras que Murcia es más sencillo. Pero con una borrasca en el Mediterráneo a finales de verano… ahí Murcia se nos complica mucho.

Además de estudiar Física, ¿hace falta vocación pedagógica para ser un buen hombre del tiempo?

Sin duda. Y más con nuestra manera de explicar el pronóstico. Nosotros no damos el parte, explicamos el pronóstico meteorológico.

Usted parece encantado cuando hay que explicar algo poco habitual. ¿Qué es lo más difícil que ha tenido que contar?

Normalmente utilizamos conceptos muy complejos. Para hacerlos entendibles debemos simplificarlos sin perder rigor, eso es difícil. ¿Un ejemplo? Explicar la formación de tornados o qué es el mar de fondo.

Cuando empezó la carrera, ¿pensaba en la Meteorología? ¿Y en la tele?

Para nada. Descubrí la Meteorología en tercero de carrera, en unas conferencias donde entendí que era una vertiente de la Física que estudiaba cosas que se ven a simple vista y que nos afectan a todos. ¡Estaba cansado de estudiar los electrones!

Personalmente, ¿qué fenómenos meteorológicos le fastidian?

Los mismos que a todos. Mojarme cuando no llevo paraguas, el calor sofocante, el frío intenso. Que sepa lo que va a pasar, no quiere decir que no me fastidie.

¿Ha vivido situaciones extremas de temperatura, lluvia o nieve? ¿Lo ha pasado mal en alguna circunstancia?

Viví un ciclón tropical de categoría 3 en Filipinas. Nos fastidió varios vuelos programados pero disfruté un montón. En Canadá esquié a 42 grados bajo cero y también fue una gran experiencia.

Ahora mismo habrá mucha gente esperando que usted le dé vía libre para cambiar los armarios y sacar la ropa de verano. ¿Es prematuro?

La primavera es la estación que nos prepara para el calor veraniego. Esta preparación es buena si el cambio de invierno a verano no es brusco. Vamos, que la mejor primavera es la que no nos permite guardar del todo la ropa de abrigo, como mínimo alguna chaqueta y algún jersey.

¿Cómo lleva que le llamen 'el George Clooney del tiempo'? ¡Pero hombre, si él acaba de hacer 50 años...!

(Jajaja) Me hace gracia. Con un poco de vergüenza, pero es mejor a que me compararan, no sé, con el monstruo de las galletas.

Muchas espectadoras opinan que es el hijo, yerno y marido ideal. ¿Qué le dice su familia?

Me toman un poco el pelo. Va con el oficio, imagino.

A algunas les encanta cómo se despide y les desea que pasen bien el resto de la tarde. ¡Con ese carisma podía fundar un partido!

Nooo, ¡si ya se quejan cuando no acertamos, no quiero ni pensar con un partido!

¿Alucina con que la gente pase tanto tiempo hablando del tiempo?

En el fondo, el tiempo atmosférico nos afecta a todos y es normal que la gente hable de lo que le afecta. Es un poco como con el fútbol.

Cuando no trabaja, ¿mira qué tiempo va a hacer?

Aun sin querer, sí que lo miro. Por interés en saber si funcionó bien el pronóstico que hicimos. Además nunca sabes cuándo te van a preguntar...

¿Es un urbanita o un amante de los espacios abiertos?

Mitad y mitad. Si vivo en una ciudad me gusta que sea grande y vivir en el centro. Me lo paso genial. Pero al mismo tiempo me encantan la montaña y el mar. Aquí, en Madrid, echo mucho de menos el mar.

¿Es capaz de hacer buenas predicciones cuando está de vacaciones: sin satélites ni tecnología, solo con la luna, las nubes y el viento?

Hay muchos tipos de predicciones. Para hacerlas con el grado de exactitud y de extensión temporal y espacial son necesarias todas las aplicaciones que dices. Para saber cómo evolucionará el tiempo en un par de horas, en un lugar muy concreto, a veces sí acierto sin tecnología.

¿Saca fotos a las nubes y las envía al programa con pseudónimo?

Nunca. Me merecen un respeto enorme los telespectadores que nos envían las fotos. Sería traicionar el hecho de que todos tienen las mismas probabilidades de que escojamos su foto. Además, soy malísimo con una cámara de fotos.

¿Es consciente de que 'buen tiempo' no significa lo mismo para todos?

Desde luego. En el departamento de meteorología de TVE nunca utilizamos esa expresión, precisamente porque no hay un buen y un mal tiempo.

¿Se acuerda de que antes los soles y las nubes se pegaban con velcro?

¿Pero qué edad crees que tengo? (se ríe) La verdad es que hasta la universidad yo no prestaba mucha atención al tiempo en la tele.

¿Se enfada al subir la persiana y ver que llueve si no lo había anunciado?

Algo. Aunque si hay alguien consciente de que nos podemos equivocar con el pronóstico somos los del tiempo.

El programa que le sigue se llama 'Amar en tiempos revueltos'. Tiene gracia la coincidencia, ¿no?

Un poco sí.