pamplona. A principios de enero, Limbotheque se hizo con el primer premio del Certamen Pop Rock Villa de San Adrián gracias a una actuación que jugaba con muchos estilos, desde el pop hasta el jazz, y se abalanzaba sobre el público gracias a su sensual y muy pin-up cantante, Carol. Solo cinco meses después, el grupo valenciano se destapa con un nuevo disco, menos folklórico, igual de heterogéneo y mucho más consistente. El bajista de la formación, Raúl Ortells, resume el momento que vive la banda.

Limbotheque llega a Tudela con nuevo disco bajo el brazo, 'The way, the wind, the van...', un disco que, curiosamente, se grabó antes de que editarais vuestro primero álbum, 'Mon diable', ¿por qué?

Nosotros estábamos inmersos en la grabación de seis temas que iban a formar parte de este segundo disco, pero ganamos un concurso cuyo premio era grabar un compacto y editarlo en un año. No creímos conveniente sacar dos álbumes a la vez y nos centramos en componer y grabar Mon diable. Tras la edición del mismo, nos metimos de nuevo al estudio, grabamos otras seis canciones y editamos el actual The way, the wind, the van...

Con estos saltos temporales de por medio, la diferencia entre ambos trabajos radica en que el segundo es, quizá, menos folklórico que el primero, en el que había canciones muy de banda popular.

Los dos son discos muy orgánicos porque están hechos de forma tradicional, por decirlo de alguna manera. Lo que sí hay, en el primero, es una producción con muchos instrumentos, con muchas colaboraciones... Y eso le daba otro aire más de banda y ofrecía una disparidad de estilos todavía mayor que la que presenta The way, the wind, the van...

El disco recoge el tema 'The way' y el tema 'The van', pero falta una canción para 'The wind', ¿por qué?

The wind fue una canción que dejamos fuera. La íbamos a incluir como hidden track ya que era la canción rara del LP. Y es que cada disco cuenta con una canción que se sale de madre, en Mon diable era No va más y en The way, the wind, the van... nos decidimos por I have your music. Esto forma parte también de la seña de identidad del grupo, que es mezclar cosas.

Precisamente, esta confluencia de sonidos, apabullante por momentos, ¿es ya una seña clara de identidad del grupo o el reflejo de una búsqueda del estilo concreto?

Por un parte, sí es una seña de identidad. Hay que tener en cuenta que ahora mismo somos 7 integrantes en el grupo y eso provocada cierta disparidad en las influencias que se tiene que notar. Además, nos gusta que sea así. Por otra parte, el camino está ahí y tendrá que haber un cambio; pero eso vendrá con el tiempo, todavía es pronto para decirlo.

Si a cualquiera de vuestros seguidores le hubierais preguntado qué versión ibais a incluir en este álbum,

Lo de Still loving you empezó como una broma, no fue algo que nos tomáramos muy en serio. Pero la hicimos en un ensayo, nos gustó y la tocamos en el primer concierto que tuvimos. Y fue tal la aceptación que no quedó otro remedio que grabarla. A veces, en los ensayos, también te aburres, necesitas evadirte y se montan pequeñas jam, de las que suelen salir cosas como esta canción.

En directo, sin embargo, sucede que, al margen de la amalgama sonora, Limboteque tercia hacia una actitud cabaretera.

Casi todo el peso de la actitud en directo recae sobre Carol, que además de cantar ejerce en cierta manera como maestra de ceremonias. Ella es la que se encarga de hilvanar las canciones, comunicándose con el público e intentando provocar su participación.

Otra de las características de Limbotheque es la mezcla de idiomas, desde el inglés al francés pasando por el español y el 'spanglish'. ¿Cómo elegís el idioma que le corresponde a cada música?

Nosotros atendemos siempre a la sonoridad de las canciones, a cómo nos suenan mejor. El inglés tiene una ventaja, y es que asimilas su sonoridad con ciertos estilos de música; esto no quiere decir que, por ejmplo, no se pueda cantar un country en castellano. Hay canciones que muchas veces arrancan sin letra, chapurreando un idioma extraño que no existe, hasta que te das cuenta de cuál es la lengua que le va. Esta ha sido nuestra manera de funcionar hasta ahora, lo que no sé es cómo continuaríamos en un tercer disco. Por decirlo de alguna manera, sí que hay alguna presión para que cantemos en castellano.

Tras ganar el último certamen de San Adrián, afirmasteis que el premio lo dedicaríais a grabar un tercer disco, ¿sabemos algo de él?

En cuanto a composición, todavía no. Pero sí tenemos cositas que salieron en el laboratorio, son ideas que se grabaron en plan maqueta y que posiblemente utilicemos para el tercer disco. Ahora estamos centrados en la presentación de The way, the wind, the van... y, a su vez, en los directos, para los que utilizamos un repertorio que también incluye temas de Mon diable. Por otra parte, el vivir en localidades distintas provoca que llevemos un mes sin poder ensayar.