bilbao. Miles de personas, unas 25.000, disfrutaron ayer en el estadio de San Mamés, en las gradas y en el césped, del anhelado concierto de la cantante colombiana Shakira, que con sus movimientos de cadera, simpática, cercana y entregada, deleitó a sus fans durante dos horas alternando bailes y canciones. La recta final del concierto fue espectacular, repleta de himnos radiados y coreados millones de veces, donde solo intercaló la menos conocida Obtener un sí, mecida por la brisa de la bossa nova y los standards estadounidenses de hace décadas. Foto: josé mari martínez