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Goya desembarca en Barcelona a través de un centenar de obras del Prado

CaixaFórum acoge la exposición hasta el 20 de mayoSe muestran algunas de las mejores obras del pintor, como 'El parasol', 'El pelele' o 'La maja vestida'

Goya desembarca en Barcelona a través de un centenar de obras del PradoAndreu Dalmau / EFE

BARCELONA. Cerca de un centenar de obras de Goya se exhiben desde ayer en CaixaFórum en la exposición Goya. Luces y sombras, la más importante muestra del artista organizada en Barcelona en los últimos 30 años, que recorre cronológicamente su creación, sus temáticas y las técnicas que utilizó.

Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, pinacoteca que ha cedido la totalidad de las obras para esta ocasión, explicó que "no es una antológica, pero sí se puede considerar una antológica de Goya en el Museo del Prado, el museo que quizá mejor resume al de Fuendetodos".

En el recorrido están, en palabras de Zugaza, algunas de las mejores pinturas de Goya, como El parasol, El pelele, La maja vestida, el retrato de Jovellanos o el autorretrato de 1815. Para el director del Prado, la coincidencia en Barcelona de las exposiciones de Goya y Delacroix convierten CaixaFórum en "uno de los puntos atractivos europeos de esta primavera, y creo que este encuentro en claroscuro -añadió Zugaza- sería muy del gusto tanto de Jovellanos como de Baudelaire". José Manuel Matilla, uno de los comisarios de la exposición, que podrá verse hasta el 20 de mayo, señaló que, aunque no tenga un discurso antológico, "pues hay ausencias de obras", la muestra abarca todos los aspectos temáticos o técnicos utilizados por Goya. La otra comisaria, Manuela Mena, aseguró que, "aunque se trate de Goya, no se puede decir que todo está contado", y citó como ejemplo el cartón del tapiz La feria de Madrid, que incluye un cuadrito con una escena poco visible, en la que aparecen dos majos y una lavandera, o la figura de una mujer agarrada del brazo de su marido, señalando con el abanico un mueble con un espejo que le gusta. En este cuadro, añade Mena, sale el tema de las lavanderas, una crítica social, "pues las lavanderas eran consideradas mujeres fáciles, y con el espejo del mueble Goya utiliza el simbolismo del espejo que alude a la vanidad femenina". La muestra comienza analizando la temática de los autorretratos, pues Goya fue uno de los pocos artistas que utilizaron su propia imagen como "símbolo de la soberanía del artista", en un espacio en el que se puede contemplar una carta de Goya a su amigo Martín Zapater, que incluye su propia caricatura con el labio inferior salido, un gesto de altivez que define su sátira y desenfado. Como si se tratara de un círculo, la exposición se cierra con otro autorretrato, el de 1815, y otra carta, dirigida a Joaquín Mª Ferrer. Se muestran también cuatro dibujos y tres estampas de la serie de Los caprichos, realizados en un momento decisivo de la vida de Goya, cuando se quedó sordo por una grave enfermedad en 1793 que le impulsó al ejercicio del dibujo y del grabado.