MADRID. Una novela de 600 páginas condensada en 65 minutos de pieza teatral y todo un universo femenino como el Atlas de la geografía humana, escrito en 1998 por Almudena Grandes, sobre las tablas de la sala de cámara del María Guerrero es "el milagro" que ha proyectado el CDN.
Almudena Grandes presentó ayer este montaje que aborda la crónica "no del desencanto, sino del estupor" de las mujeres de su generación, "elegidas para la gloria, que habíamos estrenado la libertad, que no teníamos complejos que hablábamos idiomas". "¿Qué nos hemos comido si no nos hemos comido el mundo? No nos hemos comido nada", resumió. Atlas de geografía humana, además de su éxito de ventas, había tenido ya una versión cinematográfica dirigida por Azucena Rodríguez y una serie de televisión en Chile. Quedaba la adaptación teatral, género que Grandes reconoce como "el gran fracaso" de su vida porque lo ha intentado ella misma sin éxito, pero que ahora se ha materializado gracias a Luis García-Araus, que se enfrentó a la novela sin haberla leído, y al director Juanfra Rodríguez, con el que la escritora se reencuentra tras los años de la movida madrileña.
Este montaje "isabelino" por lo austero en la puesta en escena, pero "esencial" en la síntesis del espíritu, en palabras de Rodríguez, se representará a partir de hoy y hasta el 30 de diciembre en el teatro madrileño con cuatro actrices dispuestas a describir las islas, penínsulas, océanos, continentes y cordilleras de la emoción: la navarra Arantxa Aranguren, Nieve de Medina, Ana Otero y Rosa Savoini, o lo que es lo mismo, Fran, Rosa, Ana y Marisa, ya no viven en el Madrid de 1998, sino que en la crisis actual. "Mi texto ha resultado ser mucho más político de lo que parecía. Cuando la escribí, vivíamos la primera resaca de la Transición. En los 80 todo era ilusión, y el prestigio político e institucional ahora es todo lo contrario. En los 90 vivimos una pequeña crisis que ha dado lugar a una mayor, que no es económica, sino que está causada por la falta de la fe en la política y en la legalidad, algo muy grave", aseguró la autora.