Fecha: Jueves, 13 de diciembre. Lugar: Sala Tótem, Atarrabia. Intérpretes: Los Chunguitos, dúo integrado por José Salazar y Juan Salazar, a las voces. Como telonero, abrió noche el Bille. Incidencias: Presentación de 'Se escapa', último disco de Los Chunguitos. Hora y 10 minutos de duración, un bis incluido. Asistencia regular. Público de ambos sexos y diferentes edades que se mostró más o menos participativo.

SURREALISTA, a tenor de lo que se entiende en nuestra tierra por un concierto. Por un bolo, gala, recital, actuación o como se le quiera llamar, he aquí, siendo diplomáticos, cómo resultó la? llamémosle así, comparecencia de Los Chunguitos. Del dúo integrado por José y Juan Salazar, quienes acudieron a la cita los dos solos, sin banda, pertrechados de un ordenador llamado a asumir el cometido de los músicos: vestir con música sus canciones.

La velada arrancó con la actuación de el Bille, joven cantaor procedente de Arrasate que, acompañado por Javi a la guitarra flamenca, tiñó de cálido color característico la noche; los 50 minutos de que dispuso, coloreándolos con unas composiciones preferentemente propias que lucieron muy flamencas; con unos temas envueltos por un sugerente halo de regusto pop -en lugar de a la inversa-, muy rumberas -por momentos- y cantadas de forma sentidamente racial. Y a continuación, media hora de reloj más tarde, pese a que no había aparataje ni instrumento alguno que cambiar sobre el escenario; tras una introducción pregrabada -al igual que el resto de la música llamada a sonar después-, lo que la totalidad de los presentes había pagado por escuchar: Los Chunguitos, en vivo y en directo.

Las voces de los Salazar -más bien-, tal y como pronto lo puso de manifiesto la cruda realidad; sus cantos sobre la música disparada desde el set de sonido, hecho que provocó disimulada estupefacción y alguna que otra muestra de sorpresa en algunos de los presentes, aunque la falta de orquesta no se exteriorizara en exceso durante el desarrollo de? denominémosla así, la sesión: durante un pase que, a decir verdad, se saldó con cierta división de opiniones, a juzgar por cómo mientras parte del respetable, los de adelante principalmente, daban palmas y cantaban los hits más celebrados, algunos abandonaban la sala y les costaba volver a entrar, siendo evidente el despoblado del lado derecho de la misma a partir de la primera mitad del show.

Cantando Juan y José como si estuviesen en un karaoke (dicho esto sin ningún ánimo de ofender, sino ciñéndonos a lo que vimos), la pareja se arrancó con hits de primer calibre como Perros callejeros o Me sabe a humo, sonando pronto un tema de su nuevo disco, El amor se escapa; sin dejar de contornearse, bailotear y de dirigirse al respetable, incluso en exceso por momentos; principalmente a la hora de vender las bondades de dicho nuevo disco (un trabajo recién publicado y que prácticamente no dejaron de promocionar), la velada prosiguió marcada por la presencia de viejos éxitos (Me quedo contigo, Como un payaso -entre otros-), poniéndole voz la pareja solamente a dos de los temas de estreno, antes de rematar faena, justo una hora más tarde, con el clásico de los clásicos Carmen, dejando el popular Dame veneno para el bis.

Si bien nadie pudo sentirse estafado porque, en verdad, nadie dijo que los Salazar fuesen a venir con banda, el espectáculo ofrecido por ellos creemos que fue más propio de una gala de hotel barato concebida para turistas que de un concierto propiamente dicho con pago de entrada de por medio. Más digno de una feria de segunda que de una plaza de prestigio. Eso sí, si quienes pasaron por taquilla apenas cuestionaron lo visto; es más, si incluso buena parte de ellos tocaron palmas y participaron del show, nada que objetar, más allá de la imprescindible reflexión: aquí paz y después, gloria. Pero? Dejémoslo aquí.