pamplona. Llega a Pamplona inmerso en la gira de presentación de su último álbum, 'The Story of Light'. Además de las nuevas canciones, ¿qué se va a encontrar el público en el espectáculo de Steve Vai?
Es probable que no sea lo que mucha gente espera, exceptuando a mis seguidores. Por encima de todo soy un guitarrista, pero el show no estará única y exclusivamente protagonizado por la guitarra. Intento que sea un espectáculo divertido, excitante y dinámico. Hay partes en las que la música es muy intensa, gorda, mientras que en otras es lenta. Me gusta mucho implicar y sentir una respuesta directa del público, por lo que, en ocasiones, pido su ayuda para algunas canciones. De hecho, hay una parte muy divertida del concierto en la que invito a dos personas a que suban y me ayuden. Por otra parte, la razón por la que he querido pasar con esta gira por España es la respuesta tan increíble que tuve en mi anterior visita.
En su nuevo álbum se pueden encontrar desde coros gospel ('The book of the seven seals') hasta el metal más duro ('Velorum').
Sí, me gusta muchísimo la variedad. De hecho, aunque hay una gran diversidad de estilos musicales en el disco, es extraño encontrar en él algo específico de un género. Aunque en The book of the seven seals suenen coros gospel, no es una canción puramente gospel; otros temas tienen elementos del blues pero no son blues. A mí me gusta que la música suene accesible, atractiva y poderosa, de ahí que abogue por la variedad.
'The Story of Light' es la segunda parte de una trilogía que se inició con 'Real Illusions'. ¿Ha comenzado ya a pensar en la tercera? ¿Qué sucederá cuando el proyecto esté completo?
Ya estoy pensando en la tercera parte, pero lo más seguro es que no me ponga a grabarla hasta dentro de mucho, ya que antes necesito tiempo para dedicarlo a otras cosas. Éste es un proyecto a largo plazo que lleva toda una vida. La historia es muy rica y muy profunda, y no se revelará enteramente hasta que el tercer disco haya sido compuesto y cierre el conjunto. Cuando esto suceda, colocaré las canciones en el orden adecuado junto con otro material que explique la historia completa del proyecto.
Virtuoso y genio de la guitarra eléctrica,
(risas) No creo en ninguna de esas cosas. Es la gente la que elabora sus propias creencias, que luego convierte en su realidad. Si el diablo existe realmente, está en la mente de los hombres. Y, para que a la gente le quede claro, no soy un seguidor de Satán ni nada por el estilo (risas).
¿Qué queda de Frank Zappa, del que fue alumno aventajado y formó parte de su banda, en el Steve Vai actual?
Muchísimo. Cada día pienso en él y me doy cuenta de la cantidad de cosas que aprendí cuando estaba con Frank. De todas formas, no fue hasta pasados unos cuantos años cuando, al mirar atrás, me di cuenta de que había aprendido mucho más de lo que pensaba. Hasta que no pasó el tiempo no me di cuenta del gran impacto que tuvieron en mí las cosas que hacía. Frank solo creaba la música que le interesaba y le gustaba, nunca siguió las modas del público. Y, además, nunca buscaba excusas ni trataba de encontrar personas que hicieran las cosas por él; si quería hacer algo, lo hacía. Por aquel entonces yo era muy joven, pero eso no fue óbice para que también aprendiera de Frank otras cosas como su gran profesionalidad, a no mentir nunca a nadie, a no engañar, a protegerme de aquellos que han querido aprovecharse de mí, a vivir el presente, a estar concentrado en las cosas que haces en cada momento y a estar absolutamente comprometido con tu trabajo.
Steve Vai es el buque insignia de las guitarras Ibanez, para las que ha desarrollado modelos de siete cuerdas o triple mástil, haga de buen relaciones públicas y resuma las virtudes de su guitarra frente a clásicas como Fender o Gibson.
Hace 30 años empecé a diseñar una guitarra que fuera específica para el tipo de música que hacía, ya que ni Fender ni Gibson, ni otros fabricantes, tenían la guitarra que yo estaba buscando. Así que llevé mi diseño a una pequeña tienda, me hicieron la guitarra y resultó encajar a la perfección conmigo. Llegó un momento en que todas las marcas querían que yo tocara sus guitarras, pero yo ya tenía la mía y no estaba interesado en tocar otras. Fue entonces cuando se ofrecieron a fabricarme guitarras con las especificaciones que yo les dijera, y fue Ibanez la que presentó la guitarra que mejor me encajaba... y se convirtió en la guitarra de firma más vendida de la historia. Tengo que decir que me gustan las Stratocaster y otras guitarras, y a veces las toco, pero la Ibanez es perfecta para mí.
Se cree que los grandes intérpretes musicales, de cualquier instrumento, tienen un don, de ahí su genialidad, lo que la gente olvida o desconoce son las horas que hay detrás de ese virtuosismo. A día de hoy, ¿sigue practicando ocho horas diarias?
No (risas). Me gustaría hacerlo, pero la realidad se impone. La verdad es que no es necesario practicar tanto como yo lo he hecho para tocar bien la guitarra y hacer cosas maravillosas con ella. Lo que sucede es que yo estaba fascinado y obsesionado con la idea de ser un gran guitarrista y un virtuoso, por eso tocaba tantas horas. Si me encontraba con algo que me costaba especialmente, o que creía que no iba a poder tocar, practicaba y practicaba hasta conseguirlo. Ahora lo que hago no es practicar, es tocar, a veces ocho horas, otras diez... Y si estoy preparando un disco, puedo estar tocando todo el día. Eso sí, por norma general, me reservo siempre una hora al día, al margen del trabajo con el disco o los conciertos, para tocar la guitarra solo por el hecho de volver a sentir la música salir de los dedos y las cuerdas. Aunque ya llevo 30 años tocando la guitarra, esto continúa siendo algo muy emocionante para mí.
¿Suena diferente una guitarra cuando es 'tuneada' con el ADN de Steve Vai?
No (risas), pero sí huele diferente (risas). Cada temporada, Ibanez cambia el aspecto de su guitarra estrella y crea una nueva serie. Un año me propusieron lanzar una guitarra especial para su aniversario y me preguntaron si me parecía bien que le pusieran mi sangre. Yo les dije que me parecía un poco raro pero que adelante. Así que me fui al hospital a que me sacaran sangre, pensado que iban a ser solo unas gotas, pero de repente empezaron a sacar sangre y sangre hasta llenar ¡tres bolsas! La pusieron en las guitarras y la verdad es que se puede ver en el instrumento, al que denominaron ADN guitar, porque la sangre es un material muy duradero. Yo siempre le digo a la gente que dentro de 100 años, cuando haya muerto, igual alguien encuentra una de esas guitarras, decide clonarme (risas) y sale un nuevo Steve Vai que consigue ser famoso y sonar en la radio (risas).