pamplona. El color y la mirada a la realidad, desde una visión personal que no busca tanto la reproducción fiel como el reflejo de ansias y deseos interiores, son aspectos comunes a dos artistas muy diferentes que comparten espacio expositivo estos días en Pamplona.

El veterano pintor burgalés José María Cuasante y el navarro José María Huarte descubren su obra al público en la Galería Fermín Echauri (Navas de Tolosa, 13). Bajo el título Color y realidad, la muestra, visitable hasta el 15 de noviembre, propone un atractivo y luminoso recorrido por dos maneras de trabajar y concebir el arte pictórico que no dejará indiferente al visitante.

José María Huarte (Pamplona, 1962) parte de su pasión por el dibujo, y en este caso también del color -al que llegó atreviéndose a "experimentar", porque él siempre ha sido más "un pintor de grises, de negros, de colores tenues", reconoce-, para crear unos cuadros que van mucho más allá de la representación fiel con depurada técnica. Quien se ponga a contemplar sus atractivos automóviles sentirá que está ante una época dorada en que la creatividad bullía y las ansias de libertad se materializaban en acciones tan cotidianas como la de "perderse al volante en una carretera sin rumbo", imagina el artista navarro. Amante de la cultura norteamericana de los años 60 y 70, Huarte fotografía en sus viajes por el mundo automóviles clásicos que le fascinan por su personalidad -de hecho, parecen seres vivos en sus cuadros, que nos miran a través de sus faros con fuerza y determinación-, y partiendo de esas imágenes que él mismo toma, crea sus pinturas. Nada que ver con fotografías. "No me interesa que parezcan fotos, y se nota en la técnica. Hay pincelada suelta, y lo inacabado me gusta", cuenta el pintor pamplonés, que en sus cuadros logra sacar brillos y reflejos que en algunos casos nos descubren paisajes de las calles de Roma o de Biarritz donde estaban los automóviles en cuestión que en su día fotografió.

Por su parte, José María Cuasante nos deleita en esta muestra -ya la cuarta que hace en la galería- con pinturas de interiores y exteriores en las que el color cálido envuelve la mirada del visitante, llevándole dentro de la escena o de la estancia inmortalizada. Instantes fugaces en que la luz se cuela por ventanas o puertas transformando el color de la vida en ese momento, o en que transeúntes anónimos pasan por el mundo sin saber que su presencia no es ni mucho menos ajena para el pintor. Un artesano del color que eleva lo mundano a la categoría de arte.

La exposición puede visitarse de lunes a viernes en horario de 12 a 14 y de 18 a 20 horas.