Donostia. El guipuzcoano Josu Zabaleta fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Traducción 2013, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que reconoce el conjunto de labor realizada por un traductor español, en cualquiera de las lenguas del Estado Español. El premio, dotado con 20.000 euros, distingue así la obra Josu Zabaleta (Legazpia, Gipuzkoa, 1948), por ser "uno de los pioneros de la traducción literaria a la lengua vasca, y crear y desarrollar lenguajes literarios y poéticos en dicha lengua".

Josu Zabaleta es licenciado en Filosofía por la Universidad de Santo Tomasso de Roma. Además del español y del euskera, domina el francés y el italiano. Ha traducido al euskera obras de Petrarca, Pirandello, Maupassant, Saint-Exupéry, Balzac, Baroja, Popper, Twain, Daudet, entre otros. Ha realizado también traducciones de textos divulgativos, técnicos y documentales televisivos. También ha dirigido la revista Senez, de traducción y terminología; ha sido responsable del área de publicaciones en euskera en Hordago; director del diccionario Lur Hiztegi Entziklopedikoa e investigador asociado en los proyectos Ametra y Acote de explotación de corpus lingüísticos paralelos para su utilización en la creación de memorias de traducción y en terminología.

Fue miembro fundador de la Asociación Profesional de Traductores, Correctores e Intérpretes de Lengua Vasca. Y también ha sido galardonado en los años 2001 y 2007 con el Premio Euskadi de Traducción Literaria. Además es miembro de Euskaltzaindia.

en equipo Zabaleta no esperaba esta distinción, que además no considera un reconocimiento "individual", porque la tarea del traductor, asegura, "es más colectiva que otra cosa, más que a lo que primera vista parece". "Para trabajar en este campo se necesita estar en un grupo que supere la cantidad inmensa de bloqueos que suele tener cada persona. Un traductor se bloquea muy rápidamente y entonces necesita hablar con otros que tienen otro momento de inspiración y le solucionan problemas. Parece que es un trabajo de monjes, pero no lo es", afirmó.

En este caso, cree que no solo se han tenido en cuenta sus traducciones, sino también su contribución a ese mundo. "A la gente de nuestra edad nos tocó ser pioneros en un montón de cosas, pero lo fuimos un poco en grupo", recalcó. Zabaleta está "absolutamente convencido" de que actualmente "los mejores redactores en euskera están en el mundo de la traducción" e indicó que "un factor importantísimo de la lengua vasca, quizá el más importante junto con la enseñanza, "ha sido la traducción, porque la sociedad vasca se ha "autotraducido". "La situación de diglosia en la sociedad vasca, en que una parte de la vida tenía lugar en euskera y otra parte en castellano, se ha superado a base de autotraducción, confesada o no. No estábamos callados sobre nuestra sociedad, hablábamos de ella en castellano y con los traductores hemos conseguido que se hable de esa vida también en euskera", destacó. "Reivindicamos -añade- todas nuestras lenguas, el euskera y el castellano, y todo el resto de lenguas que se hablan aquí, porque son nuestras lenguas. También el mongol u otras lenguas que se hablen aquí son lenguas nuestras, porque los futuros premios de traducción van a ser esos, los hijos de los inmigrantes, también en España como ha pasado en otros sitios".